
Estas malformaciones pueden también hacer que la lactancia sea difícil, con la consiguiente dificultad de supervivencia y de un crecimiento equilibrado. Para evitar que estos problemas interfieran en el desarrollo, los niños deben someterse a intervenciones quirúrgicas en los primeros meses de vida y en todo caso dentro de los dos primeros años. Sólo de esta manera se asegura de que el pequeño podrá hablar correctamente y no tendrá ningún problema de audición o de alimentación. Desafortunadamente, la mayoría de los pequeños africanos afectados no tiene ninguna posibilidad de acceso a este tipo de intervención sencilla que dura sólo 45 minutos.
Publicar un comentario