Islamabad – Es urgente proceder con una investigación seria e independiente para identificar y sancionar a los responsables de la muerte de Liaqat Masih, un cristiano de 35 años fallecido después de ser torturado y maltratado durante su detención en una cárcel paquistaní. Lo piden los cristianos, líderes civiles y religiosos, activistas y grupos de la sociedad civil en Pakistán.
Liaqat Masih, que trabajaba como chófer para Raza Hameed, el hijo de un político en Gujranwala, Punjab, fue arrestado el 15 de noviembre de 2015 junto a su hijo, Khurram Sunil, tras ser acusado de de robo, por una denuncia de su jefe.
Según la información de la Agencia Fides, Masih y su hijo fueron retenidos en custodia cautelar en la comisaría de policía de Gujranwala sin pruebas ni proceso en su contra, aunque se habían declarado inocentes. El 8 de enero, Khurram Sunil fue puesto en libertad bajo fianza pero fue detenido de nuevo el 10 de enero con la acusación de ser “cómplice del robo”.
Liaquat Masih murió en la cárcel el 14 de enero. Aunque según la autopsia, la causa de la muerte es un “paro cardíaco”, el hijo afirma que su padre fue brutalmente golpeado la noche antes de morir, y fue colgado con una cuerda boca abajo. La policía restituyó el cuerpo de Liaquat Masih a su familia el 15 de enero. “La muerte de Liaquat Masih forma parte de un modelo de ejecuciones extrajudiciales de cristianos, que son discriminados frecuentemente en Pakistán” afirma una nota enviada a la Agencia Fides por la Ong Christian Solidarity Worldwide . Junto con la “Cecil Chaudhry & Iris Foundation”, CSW pide una investigación independiente sobre lo sucedido y que se realice una nueva autopsia., señalando “el deterioro de la situación para las minorías religiosas en Pakistán”.
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