La Evangelización de los Pobres, llevarles la Buena Noticia ¿es la prioridad de la comunidad de fe?, pregunta el Papa

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz 

Jesús en la sinagoga de su pueblo, Nazaret, leyó para todos en el libro de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres” (Lc 4, 18).

Evangelizar a los pobres es la misión de Jesús, de la Iglesia, y de todo bautizado, explicó Francisco en su reflexión sobre el evangelio del domingo 21 de enero de 2016. Y explicó que evangelizar a los pobres, significa ante todo acercarse a ellos, tener la alegría de servirlos, de liberarlos de su opresión, en el nombre y con el Espíritu de Cristo, porque Cristo es el Evangelio de Dios, es Cristo la Misericordia de Dios, es Cristo la liberación. Se hizo ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza.

Fue entonces que el Papa formuló esta pregunta fundamental: ¿Hoy, en nuestras comunidades parroquiales, en las asociaciones, en los movimientos, somos fieles al programa de Cristo?  ¿La evangelización de los pobres, llevarles el feliz anuncio, es la prioridad?”

Y aclaró que no se trata sólo de hacer asistencia social, y menos aún actividad política. “Se trata de ofrecer la fuerza del Evangelio de Dios, que convierte los corazones, sana las heridas, transforma las relaciones humanas y sociales según la lógica del amor. En efecto, los pobres están en el centro del Evangelio”.

Francisco concluyó pidiendo a la Virgen María, Madre de los evangelizadores, que “nos ayude a sentir fuertemente el hambre y la sed del Evangelio que hay en el mundo, especialmente en el corazón y en la carne de los pobres.