(Radio Vaticana).- Francisco afirmó que también a nosotros hoy, Dios nos ofrece las maravillas de su misericordia, por Jesucristo, que con su Sacrificio Pascual nos obtiene el perdón de nuestros pecados y nos convierte definitivamente en hijos de Dios.
El Papa fundó su anuncio en el relato del libro del Éxodo. Cuando la vida del Pueblo de Israel se vuelve dura por la esclavitud en Egipto, Dios no permanece indiferente ante su sufrimiento. Lo salva del Faraón por medio de Moisés. Lo saca de Egipto, lo conduce a través del Mar Rojo y del desierto, hacia la tierra prometida, hacia la libertad.
“La misericordia de Dios no es indiferente al dolor del oprimido, al grito de quien sufre violencia, esclavitud, o es condenado a muerte –dijo el Sucesor de Pedro-. El sufrimiento es una triste realidad que aflige a toda época, también a la nuestra. Nos hace sentir impotentes y tentados a endurecer el corazón. Dios, en cambio, “no es indiferente», no abandona, sino que actúa y salva”.
El ejemplo del Israel nos consuela y aviva nuestra esperanza en Dios, que lo elije, lo educa como un Padre a su hijo, y le propone una relación de amor particular que lo convierte en “pueblo de su propiedad”.” El Vicario de Cristo, concluyó rogando que el Señor Jesús nos conceda experimentar siempre en nuestra vida el amor y la misericordia de Dios, nuestro Padre. jesuita Guillermo Ortiz
Publicar un comentario