Yaoundé – Las autoridades de Camerún han declarado que han infligido “fuertes pérdidas” entre los extremistas nigerianos de Boko Haram, los cuales el 25 de enero cometieron un atentado suicida cuádruple en la ciudad de Bodo, al extremo norte del país, en la frontera con Nigeria, provocando la muerte de 32 personas e hiriendo a otras 86.
Según un comunicado del gobierno de Yaundé, al menos 17 terroristas de Boko Haram han muerto y una docena han sido detenidos. El comunicado de prensa también informa que se han encontrado los cuerpos de dos policías cameruneses secuestrados el 4 de enero en Dabanga, en la frontera con Nigeria.
Sin embargo, los militares de Camerún están acusados de matar a cuarenta civiles nigerianos durante unas incursiones en la frontera realizadas inmediatamente después de los atentados del 25 de enero.
Según el subcomandante de un grupo de auto-defensa local de Nigeria, los cuerpos fueron encontrados en la ciudad de Gwadale, en la frontera entre los dos países, después de que las tropas cameruneses la cruzasen.
Los militares de Youndé están involucrados en un grupo de trabajo multinacional encargado de luchar contra Boko Haram y por ello puede actuar en el territorio de Nigeria en acuerdo con las autoridades de Abuja.
En los últimos meses las tropas de Camerún han sido acusadas de cometer crímenes contra la población civil en Nigeria. En particular, el 30 de noviembre, algunos refugiados nigerianos afirmaron que los soldados cameruneses habían matado a 150 personas, saqueado el ganado y arrasado pueblos enteros en una franja de tierra de 150 kilómetros que se extiende a lo largo de la frontera entre ambos países. Nigeria se había negado a crear una “tierra de nadie” a lo largo de la frontera entre Nigeria y Camerún para prevenir la aparición de ataques terroristas.
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