(RV).- Papa Francisco visitó a los participantes del congreso europeo de cardiología que se celebró en Roma en el que participaron más de 35.000 médicos, a quienes el Santo Padre les pidió que su trabajo llegue a los más pobres y marginados para que no sean parte de la “cultura del descarte”.
El Obispo de Roma habló de la importancia que tiene el cuidado de este órgano tan importante que es el corazón y que tiene “tanta simbología”. “El Magisterio de la Iglesia siempre ha afirmado la importancia de la investigación científica para la vida y la salud de las personas. También hoy la Iglesia no sólo les acompaña en este arduo camino, sino que se hace promotor e intenta sostenerles porque comprende que lo que está dedicado al bien efectivo de la persona es en consecuencia siempre una acción que proviene de Dios”.
“Sabemos también que el científico en sus descubrimientos nunca es neutral” porque llevan consigo mismo “su historia, su modo de ser y pensar”, dijo. En este sentido invitó a cada uno a tener “una especie de purificación, que mientras aleja las toxinas que envenenan la razón en su búsqueda de la verdad y de certezas, lleva a mirar con mayor intensidad la esencia de las cosas”. Porque no es posible negar que el conocimiento, aunque sea el más preciso y científico, “tiene necesidad de progresar interrogándose y encontrando respuestas sobre el origen, el sentido y la finalidad de la realidad, con el hombre incluido”. Todavía las ciencias por sí, naturales y físicas, “no son suficientes para entender el misterio que cada persona contiene en sí”. “Si se mira al hombre en su totalidad se puede tener una mirada de particular intensidad hacia los más pobres, a los más necesitados y marginados”, de manera que también a ellos “le llegue vuestra atención, como la asistencia y la atención de las estructuras sanitarias públicas y privadas”. E insistió en que se debe luchar para que no hayan “descartes en esta cultura del descarte que viene propuesta”.
Finalmente al terminar su discurso, expuso su aprecio por el trabajo de los cardiólogos y pidió al Señor que bendiga la investigación y curaciones médicas, de manera que “a todos pueda llegar el alivio ante el dolor, una mayor calidad de vida y un mayor sentido de esperanza en la vida humana y en la totalidad de la vida humana”.
(MZ-RV)
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