VATICANO, 30 Ene. 17 (ACI).-
El Papa Francisco condenó el atentado contra la mezquita de Quebec (Canadá), que ha causado la muerte a seis personas y numerosos heridos; así lo expresó el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, a través de un mensaje enviado al Nuncio Apostólico en Canadá, Mons. Luigi Bonazzi.
En el mensaje, el Santo Padre se sumó al dolor de las familias de las víctimas, pidió a Dios que les reconforte y se unió en oración por los muertos. Además, el Pontífice pudo reunirse personalmente con el Arzobispo de Quebec, Cardenal Gérald Cyprien Lacroix, tras la Misa en la Casa Santa Marta y transmitirle sus condolencias.
“El atentado ocurrido en Quebec, contra una sala de oración de un centro cultural islámico, ha provocado numerosas víctimas. Su Santidad, el Papa Francisco, confía a la misericordia de Dios a las personas que han perdido la vida, y se une en la oración y en el dolor a sus seres queridos”, señala el Cardenal Parolin en nombre del Santo Padre.
En el mensaje, el Papa también transmite su bendición “a los familiares, así como a todas las personas que han contribuido en las tareas de socorro, pidiendo al Señor que les reconforte y consuele en esta prueba”. De esta manera, el Pontífice condena firmemente, una vez más, “la violencia que genera tanto sufrimiento, e implora a Dios el don del respeto mutuo y de la paz, y pide el beneficio de las bendiciones divinas para las familias de las víctimas y para las personas afectadas por este drama, así como para todos los quebequenses”.
El atentado terrorista se produjo en la noche del domingo, según indicaron las autoridades canadienses, cuando al menos dos personas, que ya han sido detenidas, abrieron fuego contras las decenas de fieles musulmanes que en ese momento rezaban en el interior de la mezquita.
Por otra parte, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, emitió también un comunicado en el que señala que ha recibido con enorme tristeza e indignación la noticia del ataque contra musulmanes mientras rezaban en la mezquita de la ciudad de Quebec.
“Con este gesto insensato se ha violado la sacralidad de la vida humana y el respeto debido a una comunidad en oración en el lugar de culto que les acogía”, indica el comunicado. “El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso condena firmemente este acto de inaudita violencia y desea hacer llegar su plena solidaridad a los musulmanes de Canadá, asegurando su ferviente oración por las víctimas y sus familias”.
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