Anna Poce - Ciudad del Vaticano
Ante la violencia, la inseguridad, la falta de derechos sociales y los consiguientes disturbios, que afectan a la paz y a la convivencia territorial, el colectivo Habla Quibdó, del que forma parte la diócesis, expresó las inquietudes de la sociedad civil de la capital del departamento del Chocó en una carta abierta, publicada en el sitio web del Episcopado, dirigida al presidente de Colombia, Iván Duque Márquez.
“Quibdó -se lee en el texto - es una de las ciudades con el mayor índice de desempleo del país”. Allí, según datos oficiales, más de 900 personas han sido asesinadas en los últimos nueve años y 116 en 2020, una cifra tres veces superior a la media nacional. El delito de extorsión está muy extendido y la población vive en una situación de constante ansiedad.
No obstante, a pesar de que la grave y dolorosa situación de Quibó ha sido denunciada en varias ocasiones a las autoridades competentes, no se han tomado las medidas necesarias para mejorarla. Por ello, el colectivo Habla Quibdó subrayó que se necesita una acción articulada y efectiva de las instituciones y un mayor control de la Fuerza Pública, invitando al Presidente a construir cuanto antes un plan estructural, intersectorial e interinstitucional que aborde seriamente los diversos problemas del Municipio. Es necesario, añaden, "un plan a corto, mediano y largo plazo en el que se señalen las políticas públicas pertinentes para responder a la asfixiante realidad urbana".
Los habitantes de la ciudad tienen derecho “a una acción oportuna y eficaz por parte de las autoridades -concluye la carta -de tal manera que se garantice la tranquilidad de sus habitantes y se genere una vida con esperanza para la niñez y la juventud, principales víctimas del conflicto social de la ciudad".
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