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(RV).- «Nosotros no tenemos armas, pero creemos en la fuerza mansa y humilde de la oración. Nuestras tradiciones religiosas son distintas, pero la diferencia no es para nosotros motivo de conflicto, de polémica o de frío desapego. No nos cansamos de repetir que nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia… ¡Sólo la paz es santa!». Con esta contundente afirmación del Papa Francisco en la Jornada Mundial de Oración por la Paz 2016 celebrada en Asís, iniciamos un diálogo con los oyentes de Radio Vaticana a través de las Redes Sociales.
Este encuentro fraternal en el que participaron numerosos líderes religiosos con el propósito de fomentar, a través del diálogo y la oración, la unidad entre todas las religiones en el camino que conduce hacia la Paz, ha inspirado a nuestros seguidores en Facebook, Twitter y WhatsApp, a unirse a este llamamiento del Santo Padre rezando por la tan anhelada Paz que necesita el mundo.
Escuchemos:
También a través de nuestras Redes Sociales nos llegan comentarios de nuestra audiencia analizando las consecuencias de la falta de Paz en el mundo, en aquellos sectores en los que el odio y la ambición desmedida del hombre están causado estragos. Ambientes donde reina la guerra, el hambre, la pobreza y el abuso.
Esteban Riojas escribe desde Haití: «La injusticia de este mundo inicia con el pecado del egoísmo y la soberbia humana. La indiferencia ante los más pobres de esta sociedad es fruto del endurecimiento de nuestros corazones, que hace oídos sordos ante el grito de nuestros hermanos más olvidados, que no quiere ver una realidad cada vez más cruel y prefiere mirar para otro lado».
Pedro Baigorri comenta desde Panajachel Guatemala: «La pobreza es una lacra social que crece cada día más como consecuencia de un sistema que explota a los más débiles valiéndose de ellos para seguir enriqueciéndose. El poder político y económico han acallado las conciencias de quienes, teniendo en sus manos la posibilidad de cambiar las injusticias, optan por buscar su propio bienestar y se preocupan únicamente por sus necesidades personales. ¿A quién le importa que millones de pobres, incluidos niños, se vayan a la cama sin haber comido ni un trozo de pan en todo el día?».
«Como dice el Papa Francisco: "Poner al centro de la economía mundial al dios dinero y no la persona ya es terrorismo", porque de esta manera estamos echando fuera la maravilla de la creación, es decir, el ser humano y poniendo al centro el dinero. Esto es un primer terrorismo de base y a partir de esto se desencadena todo lo demás: muerte, explotación y violencia», escribe Felipe Ortega desde España.
Hablando de violencia, recientemente hemos publicado la trágica noticia que llega desde México, donde se produjo el secuestro y asesinato de tres sacerdotes: los padres Alejo Jiménez y Alfredo Juárez en el estado de Veracruz y el padre José Alfredo López Guillen en el municipio de Puruándiro, estado de Michoacán.
«Aseguro mi oración por el querido pueblo mexicano, para que cese la violencia que en estos días ha golpeado también a algunos sacerdotes», fueron las palabras las palabras del Papa Francisco durante el rezo del Ángelus este domingo 25 de septiembre, en el que el Obispo de Roma mostró su cercanía con el pueblo mexicano ante la oleada de violencia que vive el país.
Nuestra audiencia en las Redes también ha mostrado su conmoción ante esta cruel tragedia:
Martha Lorena Haj escribe desde México: «Unámonos en oración por la armonía en nuestro mundo y por nuestro amado país. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por nosotros».
«Nuestras oraciones ante tanta destrucción. Dios es Amor Dios es Misericordia», comenta Graciela Riboldi.
Rosa Victoria Martínez, también de México, comparte: «Me quedo sin palabras ante esta tragedia. Pido por el alma de estos tres sacerdotes y también por el consuelo de sus familiares. Sólo Dios sabe por qué ocurren las cosas. Que él nos ampare y proteja a nuestros pastores».
Jorge Salas de Medellín reza: «Que la valentía y la entrega total de estos tres sacerdotes, siervos de Cristo, nos sirva de ejemplo e inspiración a la hora de enfrentar con coraje apostólico las adversidades que la vida nos presenta. La muerte no es el final sino sólo el principio, de un camino eterno junto a nuestro Padre Celestial, quien nos ama infinitamente y nos espera con paciencia.Descansen en Paz».
Unidos en oración a nuestra audiencia, pedimos a Dios por el eterno descanso de los padres Alejo Jiménez, Alfredo Juárez, y José Alfredo López Guillen.
(SL-RV)
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