(RV).- "La misericordia es experiencia de perdón". Así lo afirma la hermana Guadalupe, misionera de la Congregación del Verbo Encarnado, quien se encuentra cumpliendo su misión en Alepo desde el año 2011, pocos meses antes del inicio de la guerra.
Invitada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, viajó a Portugal y, ante el micrófono de Domingos Pinto para Radio Vaticana, describió su llegada y su experiencia en ese martirizado país:
¿Cuál es la situación concreta en el terreno y que cosa ha testimoniado?
"Tengo el privilegio de haber conocido el país antes de la guerra, de haber conocido su gente, la buena convivencia entre cristianos y musulmanes, de haber conocido esta sociedad tan próspera, abierta y tolerante". "Y después, de experimentar la intolerancia total, la violencia, la crueldad, la muerte. De un día para el otro, con la llegada de los grupos fundamentalistas, fue realmente vivir la muerte día a día y durante años. Un país tan hermoso literalmente invadido por estos grupos que la están destruyendo".
"Vemos muertos todos los días en Siria, los ataques son permanentes. Los grupos rebeldes, fundamentalistas, rodearon la ciudad de Alepo al comienzo de la guerra. Tomaron barrios, y disparan y atacan a los civiles. Toda la ciudad de Alepo está siendo castigada de igual manera, sobre todo los barrios cristianos, que son los que más sufren".
Según su opinión, ¿de quién es la culpa y cuál es el papel de la comunidad internacional?
"Yo creo que es una guerra planeada desde afuera, programada y armada. Una guerra que se lleva adelante desde afuera, financiando, en definitiva, a los grupos terroristas, por una cuestión económica y política en Medio Oriente, a través de estos grupos terroristas que tienen sus propios objetivos: acabar con los infieles, que son en primer lugar, los cristianos".
¿Cómo entiende la misericordia en el pontificado de Francisco?
"Creo que hace tomar conciencia al mundo cristiano y al mundo en general sobre la necesidad de sentir con, compadecer, es decir, sentir compasión con estos hermanos nuestros que están muriendo todos los días, y que están tan olvidados y abandonados. Olvidados en los medios, abandonados en general por la comunidad internacional. Porque en realidad lo que está pidiendo la Iglesia, – los obispos lo dicen – , es interrumpir el apoyo a los grupos rebeldes para que esta guerra realmente se termine".
¿Qué balance hace del Año de la Misericordia?
"Una experiencia muy fuerte del Año de la Misericordia es el perdón, y en Siria se vive de una manera extraordinaria. Cuando uno escucha en occidente que alguien reza por la conversión de los perseguidores, por quienes están llevando adelante la matanza de cristianos… sí, uno lo puede hacer en occidente. Pero verlos allí, a ellos, pedir y rogar por la conversión del estado islámico, por quienes están provocando la muerte de sus familiares, por quienes están amenazándolos permanentemente de muerte… esto es realmente heroico".
Por último ¿desea decir unas palabras para la audiencia de Radio Vaticana?
"Los cristianos de Medio Oriente nos enseñan a vivir la fe de modo pleno, porque lo que ellos están viviendo es una clara identidad cristiana hasta las útimas consecuencias, aún cuando esto signifique la muerte. En definitiva, es muerte por amor, por amor a Jesucristo, por dar testimonio. En eso le falta mucho todavía al mundo occidental".
(Griselda Mutual – Radio Vaticano)
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