Compartimos algunos momentos con el Papa Francisco
(RV).- En el corazón del Papa Francisco las poblaciones africanas y del mundo que sufren las trágicas consecuencias de conflictos, violencia y hambre
En dos oportunidades, a lo largo de esta semana, el Obispo de Roma dirigió sus apremiantes llamamientos, asegurando su oración, con su profundo dolor ante la tragedia de los niños: arrebatados de sus familias y de la escuela para ser usados como soldados.
Se dirigió «a la conciencia y a la responsabilidad de las autoridades nacionales y de la comunidad internacional, con el fin de que se tomen pronto decisiones adecuadas para socorrer a estos nuestros hermanos y hermanas».
E invitó a la oración por las víctimas mortales, por los heridos y sus familiares y «para que todo corazón endurecido por el odio se convierta a la paz, según la voluntad de Dios»
Lo hizo en la cita mariana dominical del VI Domingo del Tiempo Ordinario, asegurando su cercanía a las poblaciones de la República Democrática del Congo, de África y del mundo, que sufren por la violencia y la guerra, y de Paquistán e Irak, enlutados por el terrorismo.
Y en su audiencia general, con un nuevo llamamiento para una ayuda inmediata y concreta ante el conflicto y la hambruna en Sudán del Sur y el Cuerno de África.
El encuentro semanal con los peregrinos de tantas partes del mundo, coincidió con el día en que la Iglesia universal celebra la Cátedra de Pedro, el 22 de febrero, «día – señaló el Obispo de Roma – de especial comunión de los creyentes con el Sucesor de Pedro y con la Santa Sede».
Introduciendo el rezo dominical a la Madre de Dios, el Papa hizo hincapié en que la ‘revolución’ cristiana, la que nos enseña Jesús, es el camino de la verdadera justicia, mediante la ley del amor, que supera la del talión.
«El amor cristiano se manifiesta en especial en la misericordia y representa una realización de la justicia».
«El Señor nos enseña la distinción neta entre la justicia y venganza: la venganza nunca es justa».
Estamos llamados a responder con el bien, que tiene sus estrategias inspiradas en el amor
E invocó el amparo de la Virgen María, para que nos ayude «a seguir a Jesús por este camino exigente, que exalta verdaderamente la dignidad humana y nos hace vivir como hijos de nuestro Padre que está en los cielos».
«Que la Madre de Dios nos ayude a practicar la paciencia, el diálogo, el perdón y a ser artesanos de comunión, artesanos de fraternidad en nuestra vida cotidiana, sobre todo en nuestra familia».
También en su audiencia general, con su recuerdo especial de Nuestra Señora de Fátima, donde peregrinará el 13 y 13 de mayo, invitó a encomendarnos a María, Madre de la esperanza, que nos invita a dirigir la mirada hacia la salvación, hacia un mundo nuevo y una humanidad nueva»
(CdM – RV)
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