Ranchi – La trata de seres humanos, especialmente mujeres y niñas, es una de las más graves violaciones de la dignidad humana y los derechos humanos. Alarmados por el aumento de los casos de trata y explotación de niñas tribales, los servicios sociales de la Diócesis de Rancagua , ubicada en Jharkhand, un estado al noreste de la India, han puesto en marcha un programa destinado a la tutela de la salud, de la economía y la tutela social de las personas más vulnerables. El fenómeno está muy generalizado y se ve agravado por las altas tasas de pobreza, la vulnerabilidad y la falta de cultura. Se trata de un “comercio” imparable.
El matrimonio forzado, muy a menudo, es una de las fachadas tras las cuales se esconde este tipo de tráfico que usa la explotación sexual, el trabajo forzoso y la venta de órganos. El proyecto abarca 30 aldeas del distrito de Bero, a 35 km al oeste de Ranchi. La diócesis, con la colaboración de la ONG católica Manos Unidas, tiene como objetivo educar y hacer conscientes a las niñas y las mujeres de sus derechos y de su dignidad como personas.
El matrimonio forzado, muy a menudo, es una de las fachadas tras las cuales se esconde este tipo de tráfico que usa la explotación sexual, el trabajo forzoso y la venta de órganos. El proyecto abarca 30 aldeas del distrito de Bero, a 35 km al oeste de Ranchi. La diócesis, con la colaboración de la ONG católica Manos Unidas, tiene como objetivo educar y hacer conscientes a las niñas y las mujeres de sus derechos y de su dignidad como personas.
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