Iquitos – La Oficina de Derechos Humanos del Vicariato Apostólico de Iquitos ha publicado el “Informe del Monitoreo Ambiental del Río Marañón y la Reserva Pacaya Samiria”, que pone en evidencia la grave contaminación en la zona. Su Exc. Mons. Miguel Olaortua Laspra, O.S.A., Vicario Apostólico de Iquitos, informa de que los resultados muestran niveles “alarmantes” de contaminación del agua, hasta el punto de hacer que no sea “apta para el consumo humano”, y señala que desde hace muchos años se vienen denunciando “los constantes derrames de petróleo”.
La nota enviada a la Agencia Fides está acompañada por el comunicado del Vicario Apostólico, que recuerda: “la responsabilidad por el ambiente es de todos”. Se lee en el texto: “En total fueron intervenidas 17 localidades. Los resultados son preocupantes, por no decir alarmantes en cuanto al nivel de contaminación del agua no siendo apta para el consumo humano. Se han encontrado contaminantes como hierro, aluminio, manganeso, arsénico, cromo, coliformes totales y fecales, mercurio, zinc, plomo… unos en el sistema de agua potable y otros en los ríos Marañón y Samiria. Lo mismo ocurre en los ríos Tigre y Corrientes que, aunque no sean objeto de este estudio o informe, padecen una situación similar Estamos trabajando conjuntamente con las comunidades de las cuencas de estos ríos ofreciendo acompañamiento y asesoramiento por parte de la Iglesia. Toda esta realidad contaminante que presenta el Informe pone en grave riesgo la salud de nuestros pueblos y de nuestra gente”.
La nota enviada a la Agencia Fides está acompañada por el comunicado del Vicario Apostólico, que recuerda: “la responsabilidad por el ambiente es de todos”. Se lee en el texto: “En total fueron intervenidas 17 localidades. Los resultados son preocupantes, por no decir alarmantes en cuanto al nivel de contaminación del agua no siendo apta para el consumo humano. Se han encontrado contaminantes como hierro, aluminio, manganeso, arsénico, cromo, coliformes totales y fecales, mercurio, zinc, plomo… unos en el sistema de agua potable y otros en los ríos Marañón y Samiria. Lo mismo ocurre en los ríos Tigre y Corrientes que, aunque no sean objeto de este estudio o informe, padecen una situación similar Estamos trabajando conjuntamente con las comunidades de las cuencas de estos ríos ofreciendo acompañamiento y asesoramiento por parte de la Iglesia. Toda esta realidad contaminante que presenta el Informe pone en grave riesgo la salud de nuestros pueblos y de nuestra gente”.
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