Shanghai - S.E. Mons. José Fan Zhongliang, S.I., Obispo de la diócesis de Shanghai , ha regresado a la casa del Padre este 16 de marzo, a la edad de 96 años. El Prelado nació el 13 de enero de 1918: Fue bautizado el 11 de mayo de 1932, y le dieron el nombre de José. El 30 de agosto de 1938 entró en la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1951.
Cuatro años más tarde, el 8 de septiembre de 1955 fue detenido por delitos contrarrevolucionarios junto con el entonces obispo de Shanghai, Monseñor Ignacio Gong Pinmei, SI, y otros sacerdotes. En 1958 fue condenado a veinte años de cárcel, que descontó en su totalidad en un campo de trabajo en la remota provincia de Qinghai. Después de su liberación en 1978, durante algunos años fue profesor en una escuela secundaria, sin que se le permitiese regresar a Shanghai.
El 26 de febrero de 1985, fue ordenado en secreto obispo coadjutor de Shanghai por Su Exc. Mons. Matthias Lu Zhensheng, obispo de Tianshui, provincia de Gansu. En 2000, con la muerte del Cardenal Gong Pinmei, exiliado en los Estados Unidos de América, Mons. Fan le sucedió como ordinario de Shanghai. Nunca fue reconocido por las autoridades chinas y, por lo tanto, siempre ejerció su ministerio episcopal en la clandestinidad.
Amado y respetado por la comunidad católica china, también apreciado por la Iglesia universal, Mons. Fan siempre trabajó al servicio de la Iglesia, a pesar de las grandes dificultades en encontraba para llevar a cabo su ministerio. Inspirado por un gran celo pastoral, administraba personalmente los sacramentos a los fieles; fundó la Congregación religiosa femenina diocesana “Inmaculado Corazón de María”, y siempre estuvo disponible para los sacerdotes y para los otros obispos que le pedían colaboración y consejo.
Tras su muerte, se han celebrado misas continuamente, tanto en Shanghai como en otras iglesias de China. Los fieles han podido exponer un catafalco en la catedral de San Ignacio, sede del obispo de Shanghai.
Con la muerte de Mons. Fan, la Iglesia en China ha perdido a otro de sus grandes pilares, perseverante y valiente testimonio de fidelidad a Cristo, a la Iglesia y al Santo Padre. La Iglesia universal asegura su cercanía a la diócesis de Shanghai y la oración, invocando la recompensa eterna para Mons. Fan, el consuelo para los fieles y la esperanza de que puedan encontrar inspiración en su ejemplo y fuerza para sus vidas.
El 22 de marzo, unos cinco mil fieles de Shanghai y de otras diócesis de China han participado en el solemne rito fúnebre en sufragio del Prelado. La Misa ha sido presidida por el Rev. José Zhu Yude, S.I. Junto a él han concelebrado 61 sacerdotes. Mons. Taddeo Ma Daqin, obispo impedido, no estaba presente, pero ha querido enviar una corona de flores con una frase de conmemoración. El Prelado en su blog ha escrito un recuerdo de Mons. Fan, citando el libro del Eclesiástico: “…agradó al Señor y fue llevado al cielo, él es modelo de conversión para las generaciones futuras... Aumentó más todavía la gloria de Aarón, y le concedió una herencia: le asignó como parte las primicias de los primeros frutos y le aseguró, en primer lugar, el alimento en abundancia” .
Cuatro años más tarde, el 8 de septiembre de 1955 fue detenido por delitos contrarrevolucionarios junto con el entonces obispo de Shanghai, Monseñor Ignacio Gong Pinmei, SI, y otros sacerdotes. En 1958 fue condenado a veinte años de cárcel, que descontó en su totalidad en un campo de trabajo en la remota provincia de Qinghai. Después de su liberación en 1978, durante algunos años fue profesor en una escuela secundaria, sin que se le permitiese regresar a Shanghai.
El 26 de febrero de 1985, fue ordenado en secreto obispo coadjutor de Shanghai por Su Exc. Mons. Matthias Lu Zhensheng, obispo de Tianshui, provincia de Gansu. En 2000, con la muerte del Cardenal Gong Pinmei, exiliado en los Estados Unidos de América, Mons. Fan le sucedió como ordinario de Shanghai. Nunca fue reconocido por las autoridades chinas y, por lo tanto, siempre ejerció su ministerio episcopal en la clandestinidad.
Amado y respetado por la comunidad católica china, también apreciado por la Iglesia universal, Mons. Fan siempre trabajó al servicio de la Iglesia, a pesar de las grandes dificultades en encontraba para llevar a cabo su ministerio. Inspirado por un gran celo pastoral, administraba personalmente los sacramentos a los fieles; fundó la Congregación religiosa femenina diocesana “Inmaculado Corazón de María”, y siempre estuvo disponible para los sacerdotes y para los otros obispos que le pedían colaboración y consejo.
Tras su muerte, se han celebrado misas continuamente, tanto en Shanghai como en otras iglesias de China. Los fieles han podido exponer un catafalco en la catedral de San Ignacio, sede del obispo de Shanghai.
Con la muerte de Mons. Fan, la Iglesia en China ha perdido a otro de sus grandes pilares, perseverante y valiente testimonio de fidelidad a Cristo, a la Iglesia y al Santo Padre. La Iglesia universal asegura su cercanía a la diócesis de Shanghai y la oración, invocando la recompensa eterna para Mons. Fan, el consuelo para los fieles y la esperanza de que puedan encontrar inspiración en su ejemplo y fuerza para sus vidas.
El 22 de marzo, unos cinco mil fieles de Shanghai y de otras diócesis de China han participado en el solemne rito fúnebre en sufragio del Prelado. La Misa ha sido presidida por el Rev. José Zhu Yude, S.I. Junto a él han concelebrado 61 sacerdotes. Mons. Taddeo Ma Daqin, obispo impedido, no estaba presente, pero ha querido enviar una corona de flores con una frase de conmemoración. El Prelado en su blog ha escrito un recuerdo de Mons. Fan, citando el libro del Eclesiástico: “…agradó al Señor y fue llevado al cielo, él es modelo de conversión para las generaciones futuras... Aumentó más todavía la gloria de Aarón, y le concedió una herencia: le asignó como parte las primicias de los primeros frutos y le aseguró, en primer lugar, el alimento en abundancia” .
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