REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
En su reflexión del Evangelio del domingo Francisco dijo, en síntesis, que entre el éxito de los discípulos misioneros y la persecución antigua y nueva, lo que cuenta es la fidelidad.
El Señor Jesús, después de haber llamado y enviado en misión a sus discípulos, los instruye y los prepara a afrontar las pruebas y las persecuciones que deberán encontrar. Ir en misión no es hacer turismo-explicó-, y Jesús advierte a los suyos: ‘Encontrarán persecuciones’. Una persecución que puede ser a muerte, por eso los exhorta, repitiéndoles tres veces que no teman. Y que “no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma” (Cfr. Mateo 10,26-33). “El envío a la misión de parte de Jesús no garantiza a los discípulos el éxito, así como no los pone a salvo de fracasos y de sufrimientos. Ellos tienen que tener en cuenta tanto la posibilidad del rechazo, como la de la persecución. Esto asusta un poco, pero es la verdad”.
Por esto el obispo de Roma apeló en la oración a la Virgen “para que nos ayude a comprender que en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad; la fidelidad a Cristo, reconociendo en cualquier circunstancia, también las más problemáticas, el don inestimable de ser sus discípulos misioneros” @jesuitaGuillo
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