VATICANO, 02 Mar. 19 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco envió un video mensaje este 2 de marzo por la inauguración de un hospital infantil en Bangui, la capital de República Centroafricana, en el que animó a los médicos a ser “artesanos de la misericordia” y a no olvidar que “quien cuida de los niños está del lado de Dios”.
En el evento de inauguración de este centro sanitario especializado en la terapia de niños desnutridos estuvieron presentes el Limosnero Pontificio, Cardenal Konrad Krajewski, el Nuncio Apostólico, Mons. Santiago De Wit Guzmán, la Presidenta del Hospital Bambino Gesu, Mariella Enoc y el Presidente de la República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra junto a otras autoridades.
“Quien cuida a los niños está del lado de Dios. No lo olviden: quien cuida de los pequeños está del lado de Dios y vence a la cultura del descarte”, remarcó el Papa en su video mensaje en el que aprovechó para desear que esta sede que nace con el apoyo del Hospital Infantil "Bambino Gesù", comprometido desde la primavera de 2016 con la formación del personal médico, “sea en un centro de excelencia, donde los niños puedan encontrar respuesta y alivio a su sufrimiento, con ternura y amor”.
No olvido los ojos dolorosos de tantos niños desnutridos
El Santo Padre recordó su visita apostólica a Bangui en noviembre de 2015 y aseguró que todavía tiene en su corazón “los ojos dolorosos de los muchos niños desnutridos” que conoció durante la visita que realizó durante el viaje. “Todavía recuerdo las palabras del médico que estaba a mi lado: la mayoría de ellos morirán porque tienen malaria muy fuerte y están desnutridos” y destacó que “esto no debe volver a pasar”.
Además, el Pontífice mencionó que el escritor ruso Fiódor Dostoyevski preguntaba por qué sufren los niños y aseguró que “el sufrimiento de los niños es sin duda lo más difícil de aceptar”. “Muchas veces me hago la misma pregunta: ¿por qué sufren los niños? Y no puedo encontrar una explicación. Solo miro al Crucificado e invoco el amor misericordioso del Padre por tanto sufrimiento”, afirmó.
Sobre la inauguración del hospital, el Papa señaló que es “un signo concreto de misericordia” que tiene su origen en el Año Santo que celebró la Iglesia universal del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016.
En esta línea, el Santo Padre recordó que la primera puerta santa de este Jubileo fue la de la catedral de Bangui que él mismo abrió con anticipación el 29 de noviembre de 2015. “La primera puerta de una catedral que se abrió fue la de Bangui, no la de San Pedro” y agregó que al atravesar la puerta santa de la catedral, dijo: “Bangui se convierte en la capital espiritual de la oración por la misericordia del Padre”.
“Todos nosotros pedimos paz, misericordia, reconciliación, perdón, amor”, dijo el Papa quien confío que le “gusta pensar que la puerta santa sigue todavía abierta y que el río de la misericordia da vida a este hospital de niños y a todos los que trabajarán allí”.
Por ello, el Papa Francisco animó a recordar siempre que “hay muchos signos concretos de bondad y ternura dirigidos a los más pequeños e indefensos, a los más solitarios y abandonados” y al citar la Carta Apostólica Misericordia et Misera remarcó que “hay protagonistas de la caridad que no carecen de solidaridad con los más pobres e infelices”.
De este modo, el Pontífice alentó al personal médico a realizar su trabajo cuidando a los niños “movidos por la caridad, pensando siempre en el buen samaritano del Evangelio para estar atentos a las necesidades de sus pequeños pacientes”. “Inclínense tiernamente sobre sus flaquezas, y en ellos podrán ver al Señor. Quien sirve a los enfermos con amor, sirve a Jesús que nos abre el Reino de los Cielos”, exclamó.
Al finalizar, el Papa explicó que este hospital recuerda a todos que estamos viviendo “un tiempo de misericordia para que quienes están débiles e indefensos, lejanos y solos, puedan captar la presencia de hermanos y hermanas que los apoyan en la necesidad” por lo que alentó para que este nuevo hospital sea “un modelo y un punto de referencia para todo el país”.
“Recuerden: en los enfermos está Cristo y en el amor de los que se inclinan sobre sus heridas está el camino para encontrarse con él”, concluyó.
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