(RV).- «¡En este Año jubilar estamos llamados a redescubrir y a acoger con especial intensidad el consolador anuncio de la resurrección: ‘Cristo, mi esperanza ha resucitado!’», reiteró el Papa Francisco introduciendo el rezo a la Reina del Cielo, del lunes del Ángel.
Con «Cristo resucitado, podemos mirar con ojos y corazón nuevos todo evento de nuestra vida, también los más negativos. Los momentos de oscuridad, de fracaso y de pecado pueden transformase y anunciar un camino nuevo. Cuando hemos tocado el fondo de nuestra miseria y de nuestra debilidad, Cristo resucitado nos da la fuerza para volvernos a levantar. ¡Si nos encomendamos a Él, su gracia nos salva!», reiteró el Obispo de Roma, recordando luego que «el Señor Crucificado y resucitado es la revelación plena de la misericordia, presente y activa en la historia. He aquí el mensaje pascual, que resuena aún hoy y que resonará durante todo el tiempo de Pentecostés».
El Sucesor de Pedro alentó a pedirle a María, que permaneció de pie junto a la cruz, que nos ayude a «acoger en plenitud el anuncio pascual de la resurrección, para encarnarlo en lo concreto de nuestra vida cotidiana». Con el anhelo que la Madre de Dios y Madre nuestra «nos done la certeza de fe, para que cada paso sufrido de nuestro camino, iluminado por la luz de la Pascua, sea bendición y alegría para nosotros y para los demás, en especial para los que sufren a causa del egoísmo y de la indiferencia».
(CdM – RV)
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