(RV).- Junto a los cardenales presentes en Roma, Papa Francisco presidió una misa en ocasión del XXV aniversario de su Ordenación Episcopal en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico, también conocida como la “Capilla de las Lágrimas” ya que es el lugar donde el nuevo Papa va a llorar, inmediatamente después de ser elegido y antes de presentarse al pueblo en la Plaza de San Pedro.
Francisco en su homilía habló del diálogo de Dios con Abrám y planteó 3 imperativos: levántate – mira – espera. Como tomando conciencia de la edad avanzada de varios de los cardenales presentes, el Papa dijo, con un toque de humor: “la mayoría de los que estamos aquí ya somos ancianos con la misma edad de Abrám, a nosotros también Dios nos dice levántate, mira y espera”.
“Alguno que no nos quiere bien dice que somos la gerontocracia de la Iglesia pero no sabe lo que dice” afirmó Francisco para continuar: “nosotros somos los abuelos y tenemos que transmitir nuestros sueños a los jóvenes para que se conviertan en profecía. Ellos están esperando”.
Haciendo hincapié en la figura de abuelos, el Santo Padre concretizó que deben ser abuelos “a los cuales nuestros nietos miran”, también abuelos “que deben dar un sentido a la vida con su experiencia”, abuelos “no cerrados en la melancolía de nuestra historia, sino abiertos para darla”, y concluyó pidiendo al Señor que les conceda a todos esta gracia; la gracia de sentir ser los abuelos del pueblo de Dios.
(Mireia Bonilla para RV)
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