“Donde el amor perdura, la muerte es vencida definitivamente”
(RV).- “La celebración del martirio del apóstol Santiago el Mayor nos lleva a mirar interiormente más allá de las apariencias para hacer de nuestra existencia una vida digna conforme a Cristo. Veneramos al Apóstol e imploramos su patrocinio, necesitados de vivir la filiación con Dios Padre y la fraternidad con los demás”.
Lo afirmó Monseñor Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela en su homilía de la Misa celebrada en la Solemnidad del Apóstol Santiago. Y recordó que en su martirio descubrimos que “donde el amor perdura, la muerte es vencida definitivamente”. Sí, porque ante la llamada de Jesús, Santiago dejó la barca de sus intereses personales y lo siguió haciendo propia la aventura humana y espiritual del Maestro para anunciar el Evangelio.
También comentó que Santiago mostró pronta disponibilidad, dejando seguridades humanas y presunciones ilusorias, y dando testimonio hasta el sacrificio supremo de su vida, a la vez de que fue el primero de los apóstoles en beber el cáliz de la pasión. Tempranamente entendió que no era la hora de especular si estar a la derecha o la izquierda del Señor sino la de participar en su misma suerte.
Y concluyó su homilía con las siguientes palabras dirigidas al santísimo Apóstol Santiago: “Fervorosamente ruega a Cristo por la salvación de todo el pueblo, tú, que socorres a los que están en peligro y te invocan; tanto en el mar como en la tierra, socórrenos ahora y en la hora del peligro de la muerte”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
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