(RV).- “Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas inocentes de la explotación laboral, sexual y del tráfico de órganos. Deseo renovar mi llamamiento al empeño de todos, con el fin de que esta “plaga aberrante, forma de esclavitud moderna, sea aplacada adecuadamente”, lo dijo el Papa Francisco el domingo 30 de julio, tras rezar la oración mariana del Ángelus en el Día Mundial contra la Trata de Personas.
El Santo Padre ha condenado públicamente y en numerosas ocasiones la trata de seres humanos, un fenómeno que considera un auténtico crimen contra la humanidad. En esta ocasión, reiteró su apelo a no permanecer indiferentes frente a la realidad de la trata. “Parece que nos hemos acostumbrado a considerarla como una cosa normal. Esto es feo, es cruel, es criminal”, explicó el Obispo de Roma ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, a quienes invitó a rezar a la Virgen María “para que sostenga a las víctimas y convierta los corazones de los traficantes”.
El Día Mundial contra la trata fue instaurado por Naciones Unidas desde el año 2013, con el fin de crear una conciencia social a nivel global sobre esta actividad delictiva, que acaba con la dignidad del ser humano
Según los últimos datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo, se calcula que aproximadamente 21 millones de personas en el mundo son víctimas de la trata, en sus diversas modalidades de explotación existentes. Esta dura realidad repercute de manera directa o indirecta a todos los países, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.
Palabras del Papa tras rezar la oración mariana del Ángelus
«Queridos hermanos y hermanas:
Hoy es el Día Mundial contra la Trata de Personas, promovido por las Naciones Unidas. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas inocentes de la explotación laboral, sexual y del tráfico de órganos. Deseo renovar mi llamamiento al empeño de todos, con el fin de que esta “plaga aberrante de esclavitud moderna”, sea aplacada adecuadamente. Oremos junto con la Virgen María para que ella sostenga a las víctimas de la trata y convierta los corazones de los traficantes.
Saludo ahora a los peregrinos provenientes de Italia y de otros países, en particular a las Hermanas Murialdinas de San José, las novicias de las Hermanas de María Auxiliadora, a los monaguillos de varias parroquias italianas, y al club italiano de Hockey Femenino de Buenos Aires.
Les deseo a todos un buen domingo, y por favor no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto!».
(SL-RV)
Publicar un comentario