, 26 Jun. 19 (ACI Prensa).-
Cerca de 12 mil personas se despidieron de los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019, para ser próximamente llevados a Roma y entregados a la delegación de jóvenes de Lisboa, protagonistas de la próxima JMJ en Portugal.
La ceremonia de despedida de la Cruz Peregrina y el icono de la Salus Populis Romani se celebró el 23 de junio durante la tradicional “Cita Eucarística” por la Solemnidad del Corpus Christi, que es celebrada desde hace 48 años en la Arena Roberto Durán por el Arzobispo de Panamá.
Tras la celebración, los símbolos fueron llevados a Roma, donde serán entregados a los jóvenes portugueses en la Misa del Domingo de Ramos del 2020, presidida por el Papa Francisco.
En un comunicado emitido el 26 de junio, la Arquidiócesis de Panamá aseguró que la despedida se realizó “en medio de lágrimas, pañuelos blancos y aplausos”.
El Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, quien presidió la celebración, dijo que los símbolos de la JMJ “hicieron visible” el proceso que reforzó su “plan pastoral” para convertirse en una “Iglesia en salida” y con capacidad de encontrarse con el otro y acompañarlo “en sus dolores, en sus luchas y esperanzas”.
En nuestro reciente encuentro con el Papa Francisco para agradecerle la oportunidad de realizar la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, nos reiteró lo que encontró en este pequeño país en el mes de enero de este año: “un país noble”. #MonsUlloa pic.twitter.com/MAGD2pD13z
— Arquidiócesis de Pmá (@ArquiPanama) 23 de junio de 2019
“Los signos de la JMJ, la cruz y el icono de la Virgen que despedimos hoy, hicieron visible esta realidad no solo en nuestro país sino en la región de Centro América, México, Cuba, Haití, República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos. Nos corresponde a cada uno de nosotros: obispos, sacerdotes, religiosas, laicos, asumir esto responsablemente para hacer presente a Jesucristo hoy en cada realidad de la vida de este pueblo tan necesitado de Dios”, continuó el Prelado.
Mons. Ulloa animó a los jóvenes “tomar la cruz” de la JMJ que “los acompañó durante dos años”.
“Tómenla como signo de aceptación del reto de ser el ahora de Dios, con su testimonio contágiense de lo que han visto y oído, armen líos, conquisten sus sueños y esperanzas que tienen en esta Iglesia y este país siempre joven”, exhortó.
El Arzobispo dijo que tiene la certeza de que la cruz peregrina mostrará a los jóvenes a “Cristo crucificado” que “ha resucitado y vive entre nosotros”, así como a María, que “sigue siendo el modelo de perfecta obediencia, de humildad, entrega y servicio a Dios, al igual que al apóstol Juan”.
La Cruz Peregrina mide 3.8 metros y fue entregada por primera vez a los jóvenes por el Papa San Juan Pablo II en 1984. El ícono de la Virgen y patrona de la JMJ fue entregado por el mismo Pontífice en el 2003.
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