lasalle.po.org
Beirut (Agencia Fides) - En vísperas del comienzo del nuevo año escolar, por tercer año consecutivo las escuelas católicas pusieron en el centro de su conferencia anual la situación de grave crisis económica de muchas escuelas privadas provocada por la ley con la que en el verano de 2017 el gobierno de la época dispuso para los trabajadores del sector público, incluido el sector escolar, los nuevos rangos salariales. Pero por primera vez, los discursos de los oradores más autorizados revelan diferentes acentos y perspectivas sobre cómo abordar la crisis.
El 26º encuentro anual, organizado por el Secretariado de las Escuelas Católicas del Líbano, comenzó el martes 3 de septiembre en el Colegio Nuestra Señora de Louaizé, en Zouk Mosbeh, a 12 km al norte de Beirut. Desde las primeras intervenciones, la atención ha vuelto a centrarse en los enormes problemas de sostenibilidad y supervivencia a los que se enfrentan muchas escuelas católicas, especialmente en las zonas menos prósperas del país, debido a las disposiciones legislativas de 2017 sobre las tablas salariales que estipulan el aumento de los salarios.
En su discurso, el patriarca Maronita Bechara Boutros Rai reiteró su petición al gobierno y a las instituciones nacionales para que "asuman sus responsabilidades". El patriarca también acusó a los políticos libaneses de haberse "llenado los bolsillos" con los recursos públicos que ahora se necesitarían para apoyar al sistema escolar en crisis.
En el Líbano, las escuelas católicas, con casi 200.000 alumnos, han optado hasta ahora, por no aplicar la ley sobre las tablas salariales, lo que podría comprometer su propia existencia. Durante la Conferencia volvió a surgir la petición de congelar la ley promulgada en 2017 durante tres años, también en vista de las dificultades a las que se enfrenta la propia Administración Pública del Estado para encontrar los recursos necesarios para adaptar los salarios de sus empleados a las nuevas disposiciones legislativas. Al mismo tiempo, la Conferencia no solo escuchó denuncias, protestas y acusaciones contra los políticos. En algunas intervenciones hubo acentos autocríticos y solicitudes para revisar la dinámica interna de toda la red de escuelas católicas, fomentando formas de colaboración y ayuda entre las escuelas que gozan de buena salud financiera y las que llevan a cabo su trabajo educativo incluso entre los sectores económicamente más débiles de la población.
El secretario general de las Escuelas Católicas, padre Boutros Azar, insistió en la urgencia de "fortalecer la colaboración entre las instituciones educativas privadas de todo el país". Mientras que el padre Charbel Batour, rector del Colegio Notre-Dame de Jamhour, señaló como urgente un proceso de "reestructuración" global de la propia Secretaría General de las Escuelas Católicas, para buscar soluciones a los problemas sin precedentes que plantea la evolución del contexto socioeconómico en el Líbano. Entre otras cosas, también se propuso la creación de un "fondo nacional" autogestionado para las escuelas cristianas, que se utilizaría para apoyar la labor educativa de las escuelas en dificultad, dado que "ya no podemos confiar en el Estado".
(GV) (Agencia Fides 4/9/2019).
Compartir:
Publicar un comentario