
El episodio se desencadeno por un presunto caso de blasfemia. La policía recibió una señalación y detuvo a un hombre por profanar presuntamente unas páginas del Corán. Así el cristiano Humayun Faisal Masih fue denunciado por un caso de blasfemia en virtud del artículo 295-b del Código Penal . El hombre, discapacitado mental, fue acusado por algunos musulmanes de quemar páginas del libro sagrado del Islam. Algunos transeúntes lo denunciaron. Después de la detención, un grupo de personas comenzó a reunirse en la estación de policía, cometiendo actos de violencia, pero los agentes dispersaron a la multitud. Los manifestantes después desviaron su ira hacia el barrio cristiano, pero la policía controló la situación.
P. James Channan, dominico, director del “Peace Center” de Lahore, ha dicho a Fides: “Es un cliché que se repite: acusaciones de blasfemia, todas por verificar, a las que sigue la violencia masiva. Ya ha sucedido en el pasado. Los cristianos están aterrorizados porque pueden ser atacados al improviso. De acuerdo con la ley sobre la blasfemia, hay un procedimiento que se debe respetar y nadie debe permitir tomarse la ley por la mano. Las instituciones y la policía debe garantizar la seguridad y la justicia. Por otro lado podemos trabajar para contener y combatir la cultura del odio que los grupos extremistas tratan de extender en la sociedad, trabajando en el diálogo y la armonía”.
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