(ZENIT – Roma).- En la vigila de su viaje a la Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco fue como ya es tradición antes de los viajes apostólicos, por 38° vez, a la basílica romana de Santa María la Mayor.
El Santo Padre llegó a las 19 horas y se quedó unos treinta minutos en la capilla donde se encuentra el cuadro de la Virgen María, con la advocación de Salus Populi Romani, para pedirle a la Madre de Jesús, que bendiga su próximo viaje.
Santa María Maggiore, es el santuario mariano más antiguo del cristianismo y allí en una capilla está el lugar en donde San Ignacio de Loyola celebró la primer misa.
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