(RV).- En la fiesta de la Presentación del Señor, día en el que se celebra la XXI Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en Radio Vaticana hablamos con el Arzobispo José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, quien pone de manifiesto la situación actual de «luces y sombras», por la cual atraviesa la familia mundial de consagrados. El servicio es de nuestro compañero Alberto Goroni.
Si bien existen muchas dificultades en este camino vocacional al que son llamados tantos hombres y mujeres de distintos países, culturas y tradiciones, Monseñor Carballo insiste en la importancia de «valorar la santidad que existe también dentro de la vida consagrada de la Iglesia que también se renueva», tal y como también lo recordó el Papa Francisco en su reunión con los representantes de la vida religiosa durante la Asamblea Plenaria celebrada recientemente en Roma.
«Estamos frente a una "hermorragia" que debilita la vida consagrada y la vida misma de la Iglesia. Los abandonos nos preocupan», dijo el Santo Padre destacando que el empeño fundamental de las comunidades consagradas debe residir en «mantener la frescura y la novedad de la centralidad de Jesús, el atractivo de la espiritualidad y la fuerza de la misión, mostrando la belleza del discipulado de Cristo e irradiando esperanza y alegría».
Finalmente, Monseñor Carballo aprovecha esta oportunidad para insistir en que los consagrados «son hombres y mujeres como todos», y que por tanto, «es necesario leer la realidad de la vida consagrada con los ojos de la Fe: dentro de ella hay sombras, pero también mucha luz, hay pecado, pero también mucha santidad».
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(SL-RV)
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