Seúl – El 23 de febrero 1866 inició la mayor persecución de la historia de la Iglesia coreana: unas 9.000 personas, casi la mitad del total de la población católica en ese momento, fueron asesinados por su fe. Según ha comunicado a la Agencia Fides la Archidiócesis de Seúl, a 150 años de distancia de aquel trágico suceso, la Iglesia de Seúl ha proclamado el 2016 como “Año de la Conmemoración del aniversario de la persecución de Byeong-in”. Una celebración jubilar en nombre de la misericordia. En esta ocasión las puertas santas se han abierto el 23 de febrero en tres santuarios donde murieron los mártires: el mausoleo Jeoldusan; el santuario de Saenamteo; la iglesia católica de Yakhyeon.
Unos dos mil fieles han estado presentes en cada uno de estos tres lugares para vivir este evento y orar durante la celebración.
El mismo día, en la Catedral de Myeongdong, el cardenal Andrew Yeom Soo-jung ha celebrado la misa de apertura del año de conmemoración. “Observando a los católicos de hace 150 años, hoy nuestra fe parece más débil, a pesar de la libertad religiosa de la que gozamos. Por ello tenemos que recordar a nuestros predecesores, que mantuvieron la fe incluso en las peores situaciones y en las más dolorosas “ ha dicho el cardenal en su homilía. “No podemos seguir adelante sin reflexionar sobre nuestro pasado. Que el Señor nos ayude a seguir el ejemplo de los mártires, y a vivir una vida de servicio a los demás”, ha dicho para concluir.
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