(RV).- «Fidelidad y Misericordia son un binomio inseparable», señaló el Obispo de Roma en la Santa Misa en la fiesta litúrgica de la Cátedra de Pedro – el 22 de febrero – celebrando la jornada jubilar de la Curia Romana, del Gobernatorato y de la Santa Sede, ante la tumba del Apóstol Pedro.
«Estamos llamados a ser colaboradores de Dios, testimoniando la gracia del Espíritu que renueva», señaló el Santo Padre alentando a «redescubrir la belleza de profesar la fe en el Señor Jesús y de actuar según el corazón de Cristo».
Precisamente en la audiencia jubilar del sábado anterior a esta celebración, recordando que es un día de especial comunión de los creyentes con el Sucesor de San Pedro y con la Santa Sede, el Obispo de Roma señaló que en este Año Santo, es también jornada jubilar para la Curia Romana, que trabaja cotidianamente al servicio del pueblo cristiano.
Y exhortó a perseverar en la oración en favor de su Ministerio universal.
Abolir la pena de muerte y ninguna ejecución en el Año de la Misericordia, fue el apremiante llamamiento del Papa Francisco, en la cita para el rezo del Ángelus, el segundo domingo de Cuaresma.
Después del rezo a la Madre de Dios el Papa apeló a las conciencias de los gobernantes, en especial a los católicos, en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Y pidió también mejorar las condiciones de reclusión y el respeto de la dignidad humana
El Santo Padre recordó su reciente viaje apostólico a México y dijo que «fue una experiencia de transfiguración». Y agradeciendo al Señor y a la Virgen de Guadalupe por el don de esta peregrinación, invitó a elevar una alabanza especial a la Santísima Trinidad por el encuentro con el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, en Cuba.
Nos acompaña la Voz de los Peregrinos en la Plaza de San Pedro
(CdM – RV)
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