REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
Ante el prodigio de la pesca milagrosa que relata el Evangelio de Lucas en el capítulo 5, Pedro cae de rodillas ante Jesús y le dice “Apártate de mí que soy un pecador”. El Papa explicó que “desde un punto de vista humano, Pedro piensa que debería haber una distancia entre el pecador y el Santo”. Pero su propia condición de pecador requiere precisamente que el Señor no se aparte de él, de la misma forma que un médico no puede alejarse del enfermo.
“La respuesta de Jesús a Simón Pedro es confortante y firme: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”. Y nuevamente el pescador de Galilea, volviendo a confiar en esta palabra de Jesús, abandona todo y sigue a Aquel que se ha vuelto su Maestro y Señor”.
“El Evangelio de hoy nos interpela -dijo el Papa el 7 de febrero de 2016: ¿sabemos confiar verdaderamente en la palabra del Señor? O ¿nos dejamos desalentar por nuestros fracasos? En este Año Santo de la Misericordia estamos llamados a confortar a cuantos se sienten pecadores e indignos ante el Señor y abatidos por sus propios errores, diciéndoles las palabras de Jesús: “No temas”. ¡La misericordia del Padre es más grande que tus pecados! ¡No temas!”.
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