En su encuentro con los obispos de Asia, el Papa ha explicado que el diálogo debe partir de nuestra propia identidad cristiana y ha advertido que, en el encuentro con diversas culturas, este camino del diálogo encuentra tres tentaciones: el relativismo, la superficialidad y una aparente seguridad en respuestas fáciles y frases hechas. Francisco ha subrayado que es la fe en Cristo nuestra identidad cristiana más profunda, a partir de la cual inicia nuestro diálogo. Fe que debemos compartir sin fingimientos.
Finalmente, el Papa ha manifestado su confianza en que, con este espíritu de apertura a los otros, los países de Asia con los cuales la Santa Sede no tiene todavía una relación plena avancen y promuevan un diálogo en beneficio de todos.
El Santuario de Haemi está dedicado al “mártir ignoto” porque la identidad de la mayor parte de los 132 mártires coreanos asesinados en este lugar a mitad del año 1.800 es desconocida.
(MCM-RV)
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