Una multitud de fieles en la Vía de la Conciliación recibió la larga y piadosa procesión con las reliquias del padre san Pío de Pietrelcina y san Leopoldo Mandic, que a las 17,37 de la tarde llegaron a la plaza de san Pedro en el Vaticano. Las reliquias serán veneradas en el Santuario de san Pedro hasta el 11 de febrero, como santos de la misericordia. En el Jubileo de la Misericordia el padre Pío que se pasaba hasta 16 horas en el confesionario, escuchando confesiones y dando el perdón de Dios, es un ejemplo del confesor que muestra al Pueblo de Dios el rostro misericordioso del Padre Dios.
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