(RV).- Las calles adyacentes a la plaza de San Pedro de Roma este martes han sido escenario de procesión de cientos de frailes capuchinos que llegaron al Vaticano para venerar las reliquias de San Pío y de San Leopoldo Mandic, y para participar en la misa celebrada por el Papa Francisco en la Basílica Vaticana.
Fray Amilcar Monroy, capuchino guatemalteco y Misionero de la Misericordia, asegura para Radio Vaticano que esta misión que le ha encomendado el Papa es una “gracia especial para llevar el rostro misericordioso de Dios en este mundo tan herido”. El religioso explica que tiene las facultades de la Santa Sede para confesar casos especiales y así lo hará en Guatemala, Honduras y El Salvador, además de donde le manden. Fray Amilcar se muestra emocionado tras haber participado en la misa con Francisco y “ver el amor que tiene su orden por la Iglesia”.
También el fraile Domingo, quien llega desde la parroquia de la Virgen de Fátima en Sicilia, resalta las palabras del Santo Padre en la homilía “el Papa nos dijo que nos tenemos que dar a la confesión, como Padre Pío quien es un ejemplo para confesar a la gente”.
(MZ-RV)
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