(RV).- El encuentro del Papa con los obispos de Polonia en la Catedral de San Estanislao y San Wenceslao, en la colina de Wawel, última actividad del Pontífice en su primer día de visita a Cracovia, estuvo marcado por la sencillez y la familiaridad.
El Pontífice respondió a las preguntas de los obispos polacos, precedida por el pedido de oración del Obispo de Roma por mons. Zygmunt Zymowski, presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, fallecido hace unas semanas. Una oración conjunta de los obispos y el Papa fue también por el Cardenal Macharski, que muy enfermo se encuentra hospitalizado y al cual el Papa dijo que trataría de visitar.
El encuentro del Santo Padre con los obispos de Polonia se caracterizó por una serie de preguntas que los prelados dirigieron al Pontífice. Diversos los argumentos tocados: la primera pregunta se refería al tema de la secularización, el ateísmo y la vida en Polonia. Los obispos preguntaron al Papa cual podría ser la medicina para esta situación. “Sobre todo la cercanía a la gente”, fue la respuesta de Francisco, en esto consiste la cristianización. Y en este sentido Santo Padre recalcó la necesidad de que los Pastores de la Iglesia polaca estén cerca también a los sacerdotes. El Papa habló también de los jóvenes y de la importancia de vincular los jóvenes a los abuelos porque los abuelos son y han sido sobre todo los que transmiten la fe.
Otro tema tratado fue el cómo aplicar al misericordia. El Santo Padre subrayó entonces el problema de la idolatría del dinero y dijo que para acercarse a la gente con misericordia es necesario liberarse de la idolatría del dinero.
La validez de la parroquia fue otra de las preguntas presentadas al Papa que, respondiendo, la definió “insustituible” porque es siempre la ‘casa del pueblo de Dios’. En el ámbito de la parroquia el Pontífice habló de la importancia de los movimientos religiosos, que tienen siempre un valor – dijo –, pero siempre dentro de la parroquia.
Ultima pregunta: los refugiados. “No hay una fórmula que diga cómo comportarse hacia los refugiados”, respondió Francisco, explicando que esto depende del país, de sus posibilidades, de su cultura. Pero señaló que lo importante es ser abiertos, y acogedores.
(MCM-RV)
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