(ZENIT – Roma).- En su primer día en Polonia, después de haber llegado al aeropuerto internacional Juan Pablo II en Cracovia, el santo padre Francisco se reunió en el patio de honor del castillo de Wawel, lugar simbólico de la historia del país, con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. A ellos invitó a “mirar con esperanza el futuro y a las cuestiones que es necesario afrontar”.
A continuación se reunió a pocos pasos de allí con los obispos de Polonia, también en la colina de Wawel, donde está la catedral de Cracovia, dedicada a los santos Estanislao y Venceslao. La Basílica fue construida poco después del nacimiento de la diócesis en el año 1000 y su aspecto actual se remonta al 1364.
Así hacia las 18:30 horas, el Santo Padre fue recibido por el arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanisław Dziwisz, ex secretario personal del papa Juan Pablo II, que le presentó al Capítulo la catedral, sede de la arquidiócesis.
El Santo Padre, antes de conversar con ellos, quiso rezar algunos instantes en silencio en el oratorio de san Estanislao, donde se encuentran también las reliquias de san Juan Pablo II, quien fue arzobispo de esta ciudad. Minutos después se dirigió a la capilla para venerar el Santísimo Sacramento.
A continuación el Papa se reunió con los aproximadamente 130 obispos polacos, muchos de los cuales ya conocía. El encuentro comenzó con el saludo del cardenal Dziwisz.
En el encuentro, el Santo Padre tomó la palabra e inició un diálogo informal y como en otras ocasiones similares, quiso que se hablara libremente. Al tratarse de una reunión en privado, no se disponen de imágenes, ni de un discurso escrito del Papa o las preguntas de los obispos. El Santo Padre hablará en español y un intérprete traducirá en polaco.
Finalmente, el Santo Padre sale en coche hasta el arzobispado de Cracovia, donde pasa la noche. Está previsto que después de la cena se asome a la ventana del arzobispado para saludar a los fieles allí reunidos, donde habrá un espacio reservado a un grupo de jóvenes con discapacidad y huérfanos.
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