(ZENIT – 29 marzo 2018).- “La cercanía es la clave del evangelizador porque es una actitud clave en el Evangelio”, ha anunciado el Papa Francisco.
El Santo Padre ha presidido la Misa del Santo Crisma, en la mañana del Jueves Santo, 29 de marzo de 2018, a las 9 horas, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, acompañado de los Cardenales, Obispos y sacerdotes (diocesanos y religiosos) que residen en Roma.
Durante la celebración de la Eucaristía, los sacerdotes han renovado las promesas hechas en el momento de la Sagrada Ordenación; luego el Papa ha bendecido el aceite de los enfermos, el aceite de los catecúmenos y el Crisma.
Presencia de Jesús
“Nosotros tenemos incorporado que la proximidad es la clave de la misericordia, (…) pero creo que nos falta incorporar más el hecho de que la cercanía es también la clave de la verdad”, ha descrito el Papa.
“Al sacerdote cercano, ese que camina en medio de su pueblo con cercanía y ternura de buen pastor, no es que la gente solamente lo aprecie mucho; va más allá: siente por él una cosa especial, algo que solo siente en presencia de Jesús”.
Acompañamiento, confesión y predicación
En esta línea, Francisco ha sugerido a los sacerdotes meditar tres ámbitos de cercanía sacerdotal en los que estas palabras: ” ‘Hagan todo lo que Jesús les diga’ deben resonar ―de mil modos distintos pero con un mismo tono materno― en el corazón de las personas con las que hablamos: el ámbito del acompañamiento espiritual, el de la confesión y el de la predicación”.
“La cercanía en la conversación espiritual, la podemos meditar contemplando el encuentro del Señor con la Samaritana”: El Señor le enseña a discernir primero cómo adorar, en Espíritu y en verdad; luego, con delicadeza, la ayuda a poner nombre a su pecado y, por fin, se deja contagiar por su espíritu misionero y va con ella a evangelizar a su pueblo –ha descrito el Papa–.
“La cercanía en la confesión la podemos meditar contemplando el pasaje de la mujer adúltera”, ha anunciado el Obispo de Roma. “Allí se ve claro cómo la cercanía lo es todo porque las verdades de Jesús siempre acercan y se dicen (se pueden decir siempre) cara a cara (…) y mirando al otro a los ojos”, ha exhortado.
Por último, Francisco ha animado a los pastores a ser cercanos en el ámbito de la predicación: “La homilía es la piedra de toque ‘para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un Pastor con su pueblo’ (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 135). En la homilía se ve qué cerca hemos estado de Dios en la oración y qué cerca estamos de nuestro pueblo en su vida cotidiana”.
Así, el Pontífice ha invitado a todos los pastores a acudir a María, Madre de los sacerdotes: “La podemos invocar como ‘Nuestra Señora de la Cercanía’ “, les ha indicado.
“Predicador callejero”
El Señor recibió el rollo del profeta Isaías y leyó en voz alta: “El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha ungido y enviado…” (61,1). “Y terminó estableciendo la cercanía tan provocadora de esas palabras: ‘Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír’ “, explicó Francisco.
Jesús quiso ser un «evangelizador», un predicador callejero, el «portador de alegres noticias» para su pueblo, ha observado el Santo Padre. “Esta es la gran opción de Dios: el Señor eligió ser alguien cercano a su pueblo”, ha dicho.
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