Bucaramanga – “La misión de evangelizar debe ser un estímulo constante para no acomodarse en la mediocridad, sino para continuar creciendo en la fe” ha recomendado el Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, durante la Misa de envío de los Misioneros que ha presidido el 28 de mayo como conclusión del XII Congreso Nacional Misionero de Colombia.
“La autoridad no viene de la ciencia ni de la doctrina, sino del Espíritu Santo que gobierna nuestra historia y guía nuestros pasos – ha dicho el Cardenal en la homilia comentando la liturgia del día -. Dios es la fuente y el manantial de toda autoridad. Haciéndose una sola cosa con Él, se adquiere la autoridad, porque el Señor se comunica a sí mismo y vive con todo su ser en la Iglesia, y le confiere poder, autoridad, ciencia y sabiduría”.
Citando la Evangelii Gaudium, el Prefecto del Dicasterio Misionero ha recordado que “evangelizamos también cuando procuramos afrontar los diversos desafíos que se nos puedan presentar”, ya que “la verdad, en efecto, resulta a veces incómoda, y no puede variar en función de las circunstancias. Los escribas y los fariseos quieren acusar a Jesús de abuso de autoridad y no le reconocen el derecho a revelar al mundo la verdad y a proclamar la ley nueva del amor”. Luego, dirigiéndose a los enviados a la misión, ha reiterado que podrán encontrarse muchas veces ante la cerrazón mental, la ceguera y el prejuicio, “por parte de aquellos que todavía no conocen ni reconocen a Cristo, Camino, Verdad y Vida, pero que presumen de juzgar incluso a Dios” y “la consecuencia de esta actitud puede ser la indiferencia o la persecución”.
Desde el Concilio Vaticano II la evangelización ha sufrido “transformaciones relevantes a causa de los cambios en los modelos culturales”, hasta el punto que “a veces se puede tener la impresión de que el anuncio de la fe no suscite entusiasmo, tanto más si, a causa de algunas formas de diálogo que marginan el Evangelio y la atención a las tradiciones religiosas y culturales, se olvida que la Iglesia, por su naturaleza, es misionera”. Las multitudes reconocen la potencia y autoridad de Jesús, y lo atestiguan, hacen un gozoso anuncio, “un Evangelio”. El Prefecto del Dicasterio Misionero ha invocado de Dios, por intercesión de Santa Laura Montoya, “el don de vivir una fe auténticamente evangélica y la alegría de anunciar, con gran autoridad espiritual, su Palabra entre los hombres”.
Link correlati :El texto completo de la homilía del Cardenal:
Publicar un comentario