(ZENIT – Ciudad del Vaticano) Al concluir la santa misa en la plaza de San Pedro, con motivo del Jubileo de los diáconos, el papa Francisco que vestía los paramentos del Tiempo ordinario, rezó el ángelus desde la explanada delante de la basílica, donde se celebró la eucaristía y dirigió unas palabras a los miles de fieles allí presentes.
«Al concluir esta celebración quiero dirigirles un especial saludo a ustedes, queridos diáconos, que han venido de Italia y de otros países. ¡Gracias por vuestra presencia aquí, pero sobre todo por vuestra presencia en la Iglesia!
Saludo a todos los peregrinos, en particular a la Asociación europea de los históricos Schützen; a los participantes del “Camino del Perdón” promovido por el Movimento Celestiniano; y a la Asociación Nacional para la tutela de las energías renovables, empeñados en una obra de educación para cuidar la creación.
Recuerdo también la Jornada Nacional del Alivio, finalizada a ayudar a las personas a vivir bien la fase final de la existencia terrena, como la peregrinación tradicional que se realiza hoy en Polonia, en el santuario mariano de Piekary: la Madre de la Misericordia apoye a las familias y a los jóvenes que están en camino hacia la Jornada Mundial de Cracovia.
El próximo miércoles 1° de junio, con motivo de la Jornada Internacional del Niño, las comunidades cristianas de Siria, sea católicas que ortodoxas, vivirán una oración especial por la paz, que tendrá como protagonistas justamente a los niños. Los niños sirios invitan a los niños de todo el mundo a unirse por sus oraciones por la paz.
Invocamos por estas intenciones la intercesión de la Virgen María, mientras le confiamos la vida y el ministerio de todos los diáconos del mundo».
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