Sydenay (Agencia Fides) - La Iglesia Católica Australiana dedica noviembre a la oración por las personas en dificultad debido a la severa sequía que afecta a ciertas zonas del país. Según el Servicio Meteorológico Nacional de Australia, el este de Australia sufre la peor sequía de los últimos cien años. Por invitación de la Conferencia Episcopal de Australia, parroquias, escuelas, familias y comunidades católicas de todo el país participarán en la campaña nacional de oración para que termine la sequía.
Monseñor Columba Macbeth-Green, de los Padres Paulinos, obispo de Wilcannia-Forbes explica que “aquellos que viven donde hay abundancia, o al menos suficiente agua no parecen ser conscientes de cuánto sufrimiento está causando la sequía y lo que conlleva. Los laicos, religiosos, sacerdotes, obispos y toda la Iglesia de Australia deben mostrar solidaridad con los afectados por la falta de agua, ofreciendo oraciones y apoyo práctico”.
El obispo, responsable de una diócesis que ocupa casi la mitad de Nueva Gales del Sur donde están algunas de las zonas más afectadas por la sequía en el país, señala: “El mes de oración es una respuesta adicional al trabajo realizado en las comunidades afectadas. Varias organizaciones religiosas, caritativas y gubernamentales ya están haciendo un trabajo extraordinario, apoyando a las personas con bienes materiales, ofreciendo apoyo financiero y respondiendo a las necesidades psicológicas y espirituales de los ciudadanos. Pero en un contexto de fe, parte de nuestra respuesta al problema es también la oración”.
También la Biblia, explica el obispo, presenta historias en las que la lluvia representa un regalo de Dios para las personas que sufren: “En tiempos de sequía como la que estamos experimentando ahora, debemos rezar a Dios por el regalo de la lluvia: el Señor tendrá el poder para colmar nuestras tierras áridas y también para levantar los espíritus caídos de muchas personas”, concluye.
(LF) (Agencia Fides 5/11/2019)
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