Abiyán (Agencia Fides) – “La subregión de África Occidental se está convirtiendo, por desgracia, en el bastión del terrorismo en África. Una situación cada vez más preocupante”, escribe a la Agencia Fides el P. Donald Zagore, teólogo marfileño de la Sociedad de Misiones Africanas, expresando toda su preocupación y alarma por la situación en la zona. El conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados vinculados al Isis y a Al Qaeda, en la parte occidental del Sahel, ha devastado gran parte de la región en la última década, provocando una importante crisis humanitaria. Casi 7.000 personas han muerto como consecuencia del recrudecimiento de los combates en el último año, según los datos del Proyecto de Datos sobre Conflictos Armados y Localizaciones. Y, según las Naciones Unidas, la violencia continua ha provocado el desplazamiento interno de más de dos millones de personas.
El padre Zagore señala: “El número de desplazados y de muertos está aumentando. La inestabilidad política casi permanente, la violación de los valores democráticos, la corrupción a gran escala, la pobreza cada vez mayor, el ascenso al poder de los cárteles de la droga y el oro ilegal, que contribuyen en gran medida a la financiación del terrorismo, están empeorando las condiciones sociales, políticas y económicas de esta parte de África”.
“Mientras nuestros Estados sigan siendo prisioneros de todos estos males sin combatirlos enérgicamente, sus puertas estarán abiertas de par en par a todas las formas de violencia y terrorismo por excelencia. Ya no es tiempo de discursos y cumbres eternas sobre la lucha contra el terrorismo. Es hora de actuar. La gente no debe ser prisionera en su propio país”, dice el misionero.
Ayer, 13 de junio de 2021, se produjeron otros incidentes graves de violencia como la muerte de al menos dos soldados y un gendarme, que perdieron la vida al estallar su vehículo por un artefacto explosivo en la región de Tèhini, en el noreste de Costa de Marfil, cerca de la frontera con Burkina Faso.
Fuentes locales han afirmado que la explosión también dejó tres personas heridas, menos de una semana después de un ataque de presuntos yihadistas en la ciudad de Tougbo, a pocos kilómetros de la frontera con Burkina Faso.
El conflicto en la región del Sahel ha provocado una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con 24 millones de personas que necesitan ayuda este año y 13 millones que padecen hambre, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Con sus vastas extensiones de desierto mal controlado y sus porosas fronteras, el Sahel ha demostrado ser un terreno fértil para el aumento de la militancia islamista en una de las regiones más pobres del mundo, mientras que el cambio climático ha empeorado la competición por la posesión de los recursos cada vez más escasos. Según un estudio reciente encargado por Catholic Relief Services (CRS) en Malí, Burkina Faso y Níger, el desempleo juvenil y la falta de oportunidades económicas son la principal causa de la violencia, lo que lleva a muchos jóvenes a unirse a grupos armados. En África Occidental, una élite del 1% posee más riqueza que el resto de la población y los gobiernos no están haciendo lo suficiente para reducir la desigualdad mediante políticas como la fiscalidad y el gasto social, señala la ONG Oxfam.
(DZ/AP) (Agencia Fides 14/06/2021)
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