Por: Ana Paula Morales
Ofrecemos la tercera y última parte de la entrevista realizada por nuestra corresponsal en México al Nuncio del Papa, mons. Franco Coppola. En esta tercera parte el entrevistado profundiza en algunos aspectos de la visita que realizó a Aguililla, una zona duramente azotada por el narcotráfico en México y que en calidad de nuncio visitó el pasado mes de abril, llevando aliento a las personas afectadas por el narcotráfico. La primera parte de esta entrevista puede leerse en este enlace y la segunda en este otro enlace.
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Pregunta: ¿Cómo llegan los alimentos a estos pueblos?
Respuesta.- En el aspecto material esto era una gran dificultad. Materialmente yo no hice nada por Aguililla. Pero una cosa sí hice: el esfuerzo para dejar el camino libre por un día. Mi visita a Aguililla facilitó que un montón de camiones fueran y vinieran para reabastecer nuevamente los comercios y el mercado porque estaban completamente bloqueados.
Pregunta: ¿Cómo fue la receptividad que tuvo por el pueblo Aguililla?
Respuesta: Se veían felices. La cosa que no había pensado, y que me propusieron e hicimos con muchísimo gusto y alegría, fue en los dos lugares donde nos recibieron. En un lugar previo a la celebración el cura y los otros padres nos propusieron si podíamos bajar del carro y caminar con la gente hacia el lugar de la celebración de la misa por la gente. Era muy simbólico esto porque por sus calles ellos ya no pueden caminar pues podrían encontrarse en medio de un tiroteo.
Las calles deberían ser un lugar de paseo, de camino tranquilo. Pero se han convertido en un lugar que sí utilizan -porque tiene que ir a otro lugar- pero siempre con gran miedo, con gran preocupación. Entonces nos pidieron la posibilidad de ir caminando y cantando por las calles. Fue una manera de reapropiarse por un día de sus calles. Y esto hizo detonar la alegría de esa gente que por un día regresó a lo que podía ser una vida normal.
Pregunta: ¿Y los sacerdotes ahí cómo se mueven?
Respuesta.- No se mueven, están allí en sus iglesias. Ha habido padres que han dado su vida pues los han matado porque se han enfrentado al crimen organizado.
Pregunta: ¿Pero si la gente quiere ir a misa?
Respuesta.- La táctica de las mafias es fingir que el culto no se toca, sólo las calles. Es la manera como la mafia o el cártel tratan de poner un cierto orden de manera que se ganan el agradecimiento de la población. Por ejemplo, si hay alguien que hace un robo, lo castigan y lo matan, no le dan solo algunos meses de cárcel porque no hay cárceles.
Los cárteles son muy astutos, saben que la gente tiene su devoción. Entonces no toca a la Iglesia, les permiten hacer todo.
Normalmente los cárteles no han tocado a la Iglesia porque no quieren ponerse contra la población. Quieren parecer que ellos protegen a la población y sus justos derechos, como ir a la Iglesia. Les gusta mostrarse de esta manera.
Pregunta: ¿Cómo fue la reunión con víctimas de la violencia en la zona de Aguililla?
Respuesta: Impresionante. Yo no me había dado cuenta de la terrible alternativa que les tocó a ellos con sus hijos.
Después de 12 años los toman oficialmente como “desaparecidos” pues pasan a ser milicia y de esa manera “capturan” a las familias, porque la familia, de este momento en adelante, no puede denunciarlos porque implicaría a sus hijos.
Pregunta: ¿Qué le sugiere al pueblo de Aguililla para combatir la violencia y la desigualdad?
Respuesta.- No es el pueblo de Aguililla. Es algo que hay que hacerlo todos. Hay algunas experiencias piloto que se han hecho. Las han hecho los jesuitas. Hay una página web de Jesuitas por la Paz, donde ellos andan en algunos pueblos de Michoacán, de Tamaulipas, de lugares complicados. Se han puesto con algunos de ellos, han juntado a toda la población, a las autoridades, a las iglesias y juntos han fortalecido a la población y han llegado a que los que tenían descontrolados a sus pueblos se hayan ido pues no han encontrado respaldo de nadie. No es igual en todos los lugares, pero sí se puede. Pero se puede juntos.
Pregunta.- ¿Qué acciones puede tomar iglesia católica ante la violencia que existe en pueblos como Aguililla y, en general, todo México?
Respuesta.- La Iglesia tendría que ser lo que nadie hace en este país: ser promotora de unión. Y promover la unión significa no tener prejuicio con nadie y llevar todos a cooperar. A todos. Porque si no se gana el consenso y la ayuda de todos esto es sumamente difícil. Es difícil en la familia. Tú lo sabes, pero es más difícil en todo un país. Pero es el único camino. Se trata entonces de ponerse en camino, tratar de unir: hablar con todas las partes para juntarlos todos.
No se trata de ser mediador aquí. No se trata de ser mediadores porque no hay más. No se trata de mediar en un conflicto entre cárteles y gobierno o una oposición y el gobierno. Aquí hay que juntar a toda la población para fortalecerla contra el crimen. No se trata de ser mediador con el crimen sino de unir. Cuando el crimen se difunde se aprovecha de la división que hay en el país y escoge sus aliados y sus amigos.
Pero si todo el país estuviera unido no encontraría en quién apoyarse. Entonces la única salida del problema es unir el país. Es un esfuerzo titánico. Es algo que uno piensa: “¿cómo puedo hacerlo?”. Claro que no lo haces tú. Si tienes fe tú eso forma parte del camino. Es el Señor que guía en todo este proceso. Es el Señor quien guía el camino.
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