Redacción ZENIT
(ZENIT News Agency / Punjab, Pakistán, 16.08.2021).- La segunda semana de agosto de 2021 una pareja de cristianos paquistaníes que llevaba siete años en el corredor de la muerte por falsos cargos de blasfemia, ha llegado sanos y salvos a Europa. El Tribunal Superior de Lahore anuló su condena a muerte a principios de junio. Un tribunal de primera instancia había condenado a Shagufta Kausar y Shafqat Emmanuel a morir en la horca en 2014. Estos padres de cuatro hijos se enfrentaron a amenazas de muerte tras conocerse la noticia de su absolución.
“Nos alegramos de que Shagufta y Shafqat hayan sido liberados por fin y estén de camino a un lugar seguro. Lamentablemente, su caso no es un incidente aislado, sino que da testimonio de la situación difícil que viven muchos cristianos y otras minorías religiosas en el Pakistán actualmente. Aunque el derecho a la libertad religiosa está protegido por la Constitución paquistaní, muchos se enfrentan a graves persecuciones y a la negación de sus derechos fundamentales como la libertad de expresión y de reunión”, declaro Tehmina Arora, Directora de Abogacía para Asia de Alliance Defending Freedom International (ADF), una organización de derechos humanos que apoya a la pareja.
“Estamos muy aliviados de finalmente ser libres. Los últimos ocho años han sido increíblemente duros, pero estamos muy contentos de estar reunidos con nuestros hijos. Estamos muy agradecidos de que tantas personas, especialmente los equipos de ADF International y a la Jubilee Campaign, nos hayan ayudado y protegido poniéndonos a salvo. Aunque echaremos de menos nuestro país, estamos contentos de estar por fin en un lugar seguro. Esperemos que las leyes sobre la blasfemia en Pakistán sean pronto abolidas, para que otros no sufran el mismo destino que Shagufta y yo”, dijo Shafqat Emmanuel en nombre de la familia.
Condena a muerte por acusaciones de blasfemia
La pareja vivía en la pobreza con sus cuatro hijos en un complejo misionero de la Iglesia de Gojra, en Punjab (Pakistán). El 18 de junio de 2013 llegaron unos mensajes de texto presuntamente blasfemos a un clérigo y a un abogado desde un teléfono supuestamente registrado a nombre de Shagufta Kausar. Kausar y su esposo Shafqat Emmanuel fueron detenidos y acusados de blasfemia el 21 de julio de 2013. La pareja es analfabeta y no habría podido escribir los mensajes de texto. Kauser afirmó que su teléfono había desaparecido durante un mes en el momento del incidente. No se sabe quién envió los mensajes ni por qué motivo.
La blasfemia se castiga con la muerte en Pakistán y, aunque hasta ahora no se ha ejecutado oficialmente a nadie por ello, decenas de personas han muerto a manos de las turbas tras ser acusadas de este delito. A Shafqat Emmanuel le habían torturado para que confesara en falso. Le golpearon y le amenazaron con desnudar a Shagufta Kausar y hacerla caminar por la ciudad. Un tribunal de primera instancia condenó a muerte a Shagufta y Shafqat. Presentaron un recurso ante el Tribunal Superior de Lahore que ahora los ha absuelto de todos los cargos.
Amenaza de muerte a pesar de la absolución
El abogado destaca los problemas que rodean las acusaciones de blasfemia, incluso en los casos que finalmente terminan en absolución: “Shagufta y Shafqat se sienten muy aliviados por haber sido finalmente absueltos de estos cargos de blasfemia infundados. Los numerosos retrasos en la vista de su apelación les causaron mucho sufrimiento. Estos casos son muy difíciles de litigar debido a la preocupación por la seguridad. Hay un peligro muy real para la vida de los clientes y de los abogados”.
Tras los pasos de Asia Bibi
Kausar estuvo recluido en la misma prisión que Asia Bibi. En un caso que dio la vuelta al mundo, Bibi fue acusada de blasfemia y estuvo en el corredor de la muerte durante ocho años hasta que fue absuelta en 2018. Su caso es un ejemplo bien conocido de la actual amenaza a las minorías religiosas en la región. Tras su absolución, se produjeron violentas manifestaciones en todo Pakistán que pusieron en peligro su vida y se vio obligada a huir del país.
“Las leyes contra la blasfemia violan directamente el derecho internacional. ¿Cuántas personas más deben sufrir el mismo destino que Asia Bibi, Shagufta y Shafqat hasta que se deroguen? Todas las personas tienen derecho a elegir y vivir libremente su fe. Por tanto, instamos a todos los gobiernos a que defiendan este derecho dejando de aplicar estas leyes primero, y derogándolas después”, ha declarado Paul Coleman, director ejecutivo de ADF International.
Con información de ADF.
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