Managua – Los opositores al proyecto del canal Interoceánico de Nicaragua, para unir el océano Atlántico y el Pacífico ayer 27 de octubre, suspendieron la marcha que debía culminar ante la Asamblea Nacional, para evitar enfrentamientos con la Policía anti-disturbios y los simpatizantes del Gobierno que impidieron el paso de los manifestantes.
Según una nota recibida en la Agencia Fides por una fuente local.
Anteriormente, el obispo auxiliar de la Archidiócesis de Managua, Su Exc. Mons. Silvio Báez Ortega, había informado a la Agencia Fides sobre la convocatoria de la marcha pacífica y sobre sus indicaciones dadas para “evitar provocaciones a la violencia”. “Para manifestarse pacíficamente contra el proyecto del Canal Interoceánico, o por cualquier otra razón, es legítimo -. había declarado Mons. Báez - es un derecho humano y constitucional de todos los ciudadanos de Nicaragua y el gobierno no tiene ninguna razón para impedir la marcha, ni sabotear, y mucho menos para actuar violentamente contra los manifestantes”.
Nada más comenzar la marcha, fuera de la ciudad, los manifestantes encontraron las carreteras cerradas por la policía, y por lo tanto se decidió suspenderla. Aun así dos personas resultaron heridas debido a que un grupo de participantes en la manifestación organizada por el gobierno en contemporáneo, en la plaza central de la capital, en apoyo de las obras, lanzaron piedras a los manifestantes “anti-canal”. Afortunadamente se ha evitado lo peor.
Los manifestantes en contra de la construcción del canal eran de muchas regiones del país, y habían encontrado muchos obstáculos para llegar al punto de encuentro e inicio de la marcha, el gobierno, de hecho, había bloqueado carreteras y suspendido el servicio de movilidad interurbana para evitar la llegada de muchos de los manifestantes a la capital.
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