Ciudad de México – “La droga es droga aunque quiera venderse como suave y medicinal bálsamo. Los malos copistas mexicanos emulan los pasos de los vecinos para poner en la mesa de la 'sana democracia' un debate desesperanzador, absurdo y contraproducente”: así se lee en el editorial de “Desde la Fe”, semanario de la Archidiócesis de México, recibido en la Agencia Fides.
Desde mañana, 28 de octubre, la Corte Suprema de Justicia de México, discutirá sobre la legalización de la mariguana, tema que la iglesia ha propuesto que sea tratado junto a una investigación profunda sobre los problemas generados por el consumo de mariguana. Ante las varias campañas de estos días, la Archidiócesis de la capital ha propuesto un texto muy claro sobre la posición de los católicos al respecto .
La Archidiócesis invita a abrir los ojos sobre la situación: “Hay expertos que consideran que el paso hacia la mariguana libre sería trascendental en la consolidación del Estado democrático libre, arguyendo que la planta es tan sana como un frasco de vitaminas... tienen incluso la pretensión de afirman que podría paliar los efectos de la violencia que genera la guerra contra las drogas y fincar un Estado más libre y seguro… La pobreza, por ejemplo, es un detonador del consumo y tráfico de drogas, y ahora este debate pretende desplazar los principales problemas de justicia y bienestar para posicionar mediáticamente las presuntas bondades de la adictiva planta”.
Por último el texto termina afirmando que: “La mariguana por placer es placebo para apaciguar las dolencias de la destrucción social en la que nos sumimos irremediablemente. Y la Iglesia enseña que este uso irresponsable de la libertad conlleva efectos opuestos a los que se buscan. Se admite fácilmente que lo que es ilegal podría ser normal y, por tanto, moral. Cuando se permite la droga, no se apuesta sólo por un producto, lo que está en juego es la vida y destino de las personas.
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