Johannesburgo - Ofrecer oportunidades de estudio para todos, independientemente de la situación económica de los que quieren estudiar. Este es el llamamiento lanzado por los Obispos de Sudáfrica, donde desde hace días los estudiantes protestan por el aumento del precio de la matrícula.
En un comunicado del Department of Social Action de la Southern Africa Catholic Bishops Conference se afirma que “a ningún joven digno de recibir una educación académica debe ser negada esa oportunidad debido a su situación económica o la de su familia”.
“Se trata – continúa el comunicado enviado a la Agencia Fides - no sólo de una cuestión de justicia para compensar las consecuencias del apartheid, sino también de una forma de construir capacidades nacionales que sean competitivas a nivel mundial con el fin de consentir el desarrollo económico y humano en Sudáfrica”.
Los Obispos recuerdan que la SACBC proporciona desde hace mucho tiempo becas a “cientos de jóvenes de familias de bajos ingresos que viven en las zonas rurales”, como parte del Rural Education Access Programme .
“El DSA reconoce que, dadas las condiciones económicas de Sudáfrica, es imposible que la educación sea totalmente gratuita”, pero también señala que a largo plazo una persona con un alto nivel de educación puede aumentar considerablemente sus ingresos por lo que es razonable esperar este repague al estado la educación que recibió, permitiendo que otros se beneficien.
Por esta razón, el DSA está a favor de mantener el esquema actual, que prevé la concesión de becas en forma de créditos que el estudiante reembolsará en parte, una vez que terminados sus estudios.
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