Por: JEM
La Pontificia Academia para la Vida (PAV) creó una propia Fundación que se ocupará de la inteligencia artificial. Aceptando la solicitud del presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Vincenzo Paglia, el Papa Francisco autorizó un rescripto “ex audientia” el pasado 16 de abril con esta finalidad. De ese modo, con la firma del Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin se estableció la Fundación “renAIssance”, la cual cuenta con personalidad jurídica canónica pública, con sede en el Estado de la Ciudad del Vaticano, en la misma Academia para la Vida.
«Es el último eslabón de un largo recorrido de diálogo a todo campo entre las contemporáneas evoluciones digitales y el enfoque ético, filosófico y teológico que nuestra Academia para la Vida está llevando a cabo», afirma el Padre Alberto Carrara, LC, miembro de la PAV y Director del Grupo de investigación en Neurobioética.
«El año pasado el Arzobispo Paglia se reunió con el presidente de Microsoft, Brad Smith, el vicepresidente de IBM, John Kelly III, y el director de la FAO, Qu Dongyu, además del ministro de Innovación y Tecnología de Italia, Paola Pisano. Durante el encuentro final, el 28 de febrero de 2020, estos interlocutores firmaron la Rome Call for AI Ethics, una carta abierta que reafirma el compromiso de dotar el desarrollo de la inteligencia artificial de un marco ético, educativo y legal que tenga a la persona humana como centro y criterio de actuación”, dice a ZENIT el padre Carrara.
“En el momento de la redacción y firma de esta convocatoria acuñamos el término “AlgorÉtica”, porque incluso los algoritmos necesitan una dimensión moral. Lo que hay que evitar es una dictadura de estas nuevas tecnologías y que quienes poseen las Big Data hagan lo que quieran con ellos. No queremos que el desarrollo tecnológico se produzca fuera de una perspectiva humanista sino con la persona al centro. El estatuto de la nueva Fundación “renAIssance” ha sido aprobado por el Santo Padre que en estos años ha hablado de la inteligencia artificial en numerosos discursos. Cómo olvidar el capítulo tercero de su Encíclica Laudato si acerca de la tecnología y del paradigma tecnocrático”, refiere el padre Carrara.
La Academia Pontificia para la Vida ha hecho crecer la convocatoria Rome Call for AI Ethics involucrando también el diálogo con otras religiones. El verdadero progreso necesita de una ética amiga del bien común y de un sentido de co-responsabilidad universalmente compartido: “Sólo así se asegurará un futuro en el que la innovación digital y el progreso tecnológico estén al servicio del genio y de la creatividad humana”, declara el también profesor de filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma.
“La nueva alianza entre neurociencias, robótica e inteligencia artificial de un lado, y las ciencias humanisticas del otro, favorecerá un mundo mejor y un desarrollo humano más pleno para todos. Nadie tiene que ser excluido de los beneficios de la evolución digital, tenemos que trabajar para que realmente se cumpla el desarrollo de todos los pueblos y pueda reinar la justicia, la paz y la fraternidad universal», finaliza.
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