Por: JEM.
En mayo de 2020 Disney y Pixar lanzaron el primer cortometraje gay: Out. Ya un coprotagonista gay había aparecido en Onward. En una de sus series originales para niños y adolescentes, Andi Mack, uno de los personajes se declaró gay. Pero Disney no ha parado ahí. A través de su nueva plataforma de contenido similar al de NETFLIX, la que en otros tiempos fuera conocida por producciones para niños le apuesta a la colonización ideológica por medio de las pantallas. “Los Muppets” o “El diario de la princesa” tienen personajes LGBT+. No todo termina ahí: de la mano de Pixar, Disney trae a finales de julio de 2021 la película Luca, una cinta que sugiere la homosexualidad del personaje principal por medio de alegorías sutiles para niños. Se trata de algo sugerido, sí, pero ya es un paso.
La que no se quedó en un paso solamente ha sido la marca de juguetes Lego quien lanzó un nuevo set llamado “LEGO Everyone is Awesome” (“Todos somos maravillosos”) con los colores del arcoíris tradicional más el celeste, blanco y rosado que usan los transexuales.
Matthew Ashton, diseñador del set, celebró la inclusión de lo LGBT+ en la marca Lego. De hecho, en un comunicado dijo que “quería crear un modelo que simboliza la inclusividad y celebra a todos, sin importar cómo se identifican o a quién aman”. Es dudoso que los papás estén interesados en aceptar los juguetes como vehículos de adoctrinamiento. Aunque cada vez los papás tienen más limitadas sus posibilidades.
Robert Hoogland es un papá canadiense, concretamente de la Columbia Británica, que ha ido a la cárcel por algo muy sencillo: oponerse a que su hija que se siente hombre le sea administrada testosterona y además decirlo en público. También se niega a llamarla por “él” en lugar de “ella”. Y pese a que la hija es menor de edad, la justicia canadiense ha enviado a Robert a seis meses de cárcel. En particular Hoogland acusa a la escuela de adoctrinar a su hija y afirma también: “Tuve una niña perfectamente sana, y esta niña perfectamente sana ha sido cambiada y destruida sin ningún motivo. Nunca será una niña con el cuerpo sano que debería tener. Siempre tendrá una voz más profunda. Tendrá que afeitarse para siempre a causa de su barba. No podrá tener hijos”.
El adoctrinamiento ya no sólo está llegando por las películas, series, juguetes o cereales… Ahora también por las leyes.
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