Kabul (Agencia Fides) – “La paz es una obligación religiosa, una necesidad de la política, una petición de toda la nación”. Así reza uno de los mensajes de la campaña nacional “StopAfghanWar”. Lanzada hace dos días en las redes sociales por algunas organizaciones no gubernamentales afganas, “la campaña pide como primera cosa un alto el fuego. Ha sido nuestra petición durante muchos meses y seguirá siéndolo hasta que cese la violencia”, explica a la Agencia Fides Roshan Siran, directora de la “Training Human Rights Association for Afghan Women” (Asociación de Formación en Derechos Humanos para Mujeres Afganas - THRA). Según Siran, la campaña también pretende enviar un mensaje político: “No queremos que las decisiones sobre nuestro futuro sean tomadas por otros países, por actores ajenos a la sociedad afgana. Estamos aquí, como mujeres, queremos hacernos oír, no permitimos que se nos impongan las decisiones”,
El grupo de contacto del gobierno afgano se reunirá de nuevo con la delegación de los talibanes en Doha, Qatar, donde se inició el diálogo intra-afgano el 12 de septiembre de 2020. Hasta ahora sólo han alcanzado un acuerdo sobre los procedimientos a seguir. “Pero la violencia en el país aumenta día a día y la delegación del gobierno no tiene una estrategia clara”, argumenta Siran. Para la directora del THRA, “no se puede confiar en los talibanes. Dicen que luchan por el Islam, pero ¿de qué Islam estamos hablando? Nuestra sociedad es profundamente islámica, religiosa. No hay ninguna religión real que diga que hay que matar”.
Un alto el fuego también es indispensable para Mary Akrami, directora de la “Afghan Women Network” (Red de Mujeres Afganas), una amplia red de organizaciones de mujeres del país. “Sin la participación real y significativa de las mujeres y la sociedad en el proceso de negociación no puede haber una paz duradera”, explica a la Agencia Fides. Para Akrami, “la forma en que se lleva a cabo el proceso de paz no es aceptable para las mujeres afganas: todo está en manos de los líderes yihadistas de siempre, protagonistas de las viejas guerras”. Se necesitan mecanismos de participación de la sociedad. “No estamos representados por el gobierno y mucho menos por los talibanes”. Por ello, la directora de la Red de Mujeres Afganas pide la atención de la comunidad internacional. La retirada de las tropas extranjeras, prevista para el 11 de septiembre, no debe corresponder a una desvinculación diplomática. “Deben ayudarnos a mantener alta la atención sobre el proceso de paz, para que los sacrificios de la sociedad no se desperdicien, no sean inútiles”. “Estamos a favor de la paz, por supuesto, pero no aceptamos que se nos imponga una paz falsa, hecha por mandos militares, señores de la guerra, talibanes. La paz es tal si es vista como legítima por el pueblo, de lo contrario es falsa”. Según Akrami, el mensaje de la población es inequívoco: “¡Basta guerra!”.
(GB-PA) (Agencia Fides 16/6/2021)
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