
En el encuentro los obispos asiáticos han expresado su preocupación por “el grave riesgo de los cambios climáticos”, citando los fenómenos meteorológicos inusuales en toda Asia, evidentes en los últimos años, que afectan especialmente a los más pobres y más vulnerables. Entre ellos, los obispos recordaron las olas de calor y sequía en países como la India, Pakistán, Camboya, Indonesia y Vietnam. O Tailandia, que se ha visto obligada a recurrir al racionamiento de agua. Por otra parte, cada vez más potentes y destructivos tifones golpean el sudeste de Asia, en especial las Filipinas. La reunión de los obispos ha subrayado el daño y el sufrimiento humano causado por la destrucción del medio ambiente, citando fenómenos como la deforestación indiscriminada e irresponsable. Todos estos fenómenos han dicho para concluir los obispos, generan una masa de “refugiados ambientales”, refugiados que han perdido todo a causa de los desastres naturales y buscar lugares más seguros para vivir.
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