Por: Enrique Villegas
(ZENIT Noticias, 28.10.2021).- Según la narrativa popularizada la historia es esta: a raíz de que la popular esposa del gobernador de Nuevo León se cortará el cabello para donarlo a un niño con leucemia, el Papa se habría enterado y habría pedido que Mariana Rodríguez y su esposo, el gobernador del estado mexicano de Nuevo León, donde se encuentra la segunda ciudad más importante de México (Monterrey), acudieran a verlo al Vaticano.
Lo contó así Samuel García la mañana del lunes 25 de octubre: “(Mariana) le está poniendo todo el corazón en lo que hace, y tan lo está poniendo y fue tal la tendencia, que la semana que entra, que toca en la semana del medio ambiente, representaremos a México en Glasgow. Vamos a ir de martes a sábado y tenemos una invitación para saludar al Papa”. Y añadió sobre el encuentro con el Papa: “Es el miércoles que entra. Fue tan impactante el asunto (del corte de cabello de su esposa) que hasta allá llegó, y hoy por la mañana nos confirmaron el poder ir a saludar al Papa y hablar de los temas de México y de Nuevo León. Muy contento, y agradezco a Nuevo León y México las palabras de aliento”.
¿Realmente el Papa les invitó? Aunque el Papa tiene redes sociales, el Papa no las usa personalmente. Por cuanto se puede ver, ni en Instagram ni en Twitter sigue ni a Mariana ni a Samuel. O en otras palabras: el Papa no ve videos en el celular tras lo cual llama a las personas para que vayan a visitarlo. Por otra parte, ¿el Papa invita y las personas obedecen? Se entendería de un católico que desea encontrarse con su pastor, pero…
Lo más probable (y realista) es que en la agenda del gobernador y su esposa estaba la visita a Glaswow, Escocia, y por asomo alguien les haya conseguido un boleto en buen lugar para estar presentes en la audiencia pública (no privada) que todos los miércoles el Papa da por las mañanas. O, en otras palabras: que el Papa no hace invitaciones a las audiencias públicas. Los que acuden a ellas se invitan voluntariamente. Que en calidad de gobernador Samuel y la esposa hayan conseguido un buen lugar en la plaza de San Pedro o en el aula Pablo VI, es lo que sí parece razonable. Pero no más que eso. Les darán 10 segundos para saludar al Papa al final de la audiencia pública, se harán una foto, la subirán a sus redes, y será todo.
Por cuanto se sabe, en el pasado la esposa de Samuel García se declaró una no creyente de la Iglesia católica a cuyo líder ahora se apresta a visitar. Dijo en uno de sus videos: “soy católica, creo en Dios, no soy creyente de la Iglesia ni practicante en ella”. Y añadió: “yo creo en un Dios que nos ama de manera incondicional, en un Dios que nos perdona, no en un Dios que, ay, tengo que irme a confesar porque si no va y me voy a ir al infierno, no puedo comer jamón, no puedo comer carne, no puedo…”. A no ser que Mariana cambió de opinión y ahora, dado que “el Papa la invitó” ella “esté obedeciendo. En este caso no se sabría si también comenzará a confesarse.
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