(RV).- Con motivo de la festividad de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y maestro de los Ejercicios Espirituales, el jesuita Guillermo Ortiz entrevista al Padre Arturo Sosa, Superior General de la Companía, quien reflexiona sobre algunos de los desafíos centrados en el tema de la reconciliación, que propone el Papa Francisco a la Iglesia y la Dirección General a todos los jesuitas del mundo, los cuales engloba en dos grandes gupos.
"Por un lado estamos retados a encontrar nuestra mejor contribución a las tres dimensiones del único Ministerio de la Reconciliación que define la misión de la Iglesia y de la Compañía de Jesús como la ha formulado la Congregación General 36 el años pasado", explica el padre Sosa."Reconciliación con Dios, reconciliación entre los seres humanos y reconciliación con el medio ambiente. Sentirnos por tanto colaboradores de la misión de Cristo, que es la razón de ser de la Iglesia de la que somos parte, partiendo de la fe fruto del encuentro personal de cada uno con Dios".
"El Dios Uno y Trino sigue actuando en la historia humana", por eso, continúa diciendo el Superior de los jesuitas, el primer gran desafío es percibir dónde y cómo trabaja Dios hoy en la historia y así poder contribuir con lo que Él hace para reconciliar a estas tres dimendiones entre sí: el mundo, los seres humanos y la naturaleza que les rodea".
En cuanto al segundo desafío, el Padre Sosa se centra en la necesidad de "desarrollar la capacidad de diálogo entre las culturas y las religiones". "La Compañía de Jesús es, gracias a Dios, un cuerpo multicultural, lo que le permite sentirse reflejo de la diversidad cultural propia de la humanidad creada a imagen y semejanza del Dios Uno y Trino. Dios también es variedad y diversidad", añade nuestro entrevistado, resaltando la importancia de contribuir al refuerzo de la interculturalidad como "el camino hacia la conciencia de universalidad del ser humano, que comienza como un reconocimiento de la diversidad cultural como un don de Dios".
Y prueba de ese "camino hacia la interculturalidad" que conlleva también a una "mayor unidad entre las religiones", el religioso cuenta la reciente experiencia de su visita a Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, donde tuvo la oportunidad de reunirse con un grupo de intelectuales musulmanes y dialogar sobre las posibilidad de encontrarse en la tarea de renovar la fe de la gente como el motor para el entendimiento y la convivencia fecunda entre creyentes de confesiones diversas".
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