Ciudad del Vaticano
Al final la oración del Ángelus, Papa Francisco se refirió a las “inquietantes noticias de enfrentamientos en la zona del Cáucaso”. El Santo Padre expresó su oración por la paz en el Cáucaso y pidió a las partes en conflicto “que hagan gestos concretos de buena voluntad y fraternidad, que puedan llevar a la resolución de los problemas no mediante el uso de la fuerza y las armas, sino mediante el diálogo y la negociación”. A través de un momento de silencio, invitó a los fieles presentes a orar juntos por la paz en el Cáucaso.
Al mismo tiempo, invitó a los fieles reunidos en la Plaza san Pedro bajo una intensa lluvia, a dar gracias a Dios por la Beata María Luigia del Santísimo Sacramento, María Velotti, fundadora de la Congregación de las Hermanas Franciscanas Adoratrices de la Santa Cruz, proclamada beata en el día de ayer en Nápoles. El Santo Padre destacó de la nueva beata su “ejemplo de contemplación del misterio del Calvario e incansable en el ejercicio de la caridad”.
En el marco de la celebración el Día Mundial del Migrante y el Refugiado, el Pontífice saludó a los refugiados y migrantes presentes en la plaza alrededor del monumento titulado "Ángeles sin saberlo", realizado por Timothy Schmalz, y que bendijo hace un año. El mensaje de este año lo ha dedicado a los desplazados internos, que se ven obligados a huir, como ocurrió también con Jesús y su familia.
Recordó también el Día Mundial del Turismo que se celebra hoy día, y que a causa de la pandemia el sector ha sido golpeado duramente este año, enviado ánimo a todos los que participan en el turismo, especialmente a las pequeñas empresas familiares y a los jóvenes, con la esperanza que todos puedan recuperarse pronto de las dificultades actuales.
Finalmente, destinó un pensamiento especial para las mujeres y para todos los que se dedican a la lucha contra el cáncer de mama.
Para concluir, el Papa Francisco saludó a todos los fieles presentes esta mañana en la Plaza San Pedro a pesar de las intensas lluvias.
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